Andoni López de Abetxuko (Agurain, 1999) afronta las tres últimas pruebas de la Copa de España con la intención de sufrir para defender su primer puesto en la general absoluta con la pena de ser solo noveno en la última prueba de Valladolid al llegar por delante ocho escapados por pocos segundos.

Fran Muñoz, que se colocó segundo a 17 puntos al entrar tercero en Valladolid, y Pablo Castrillo, quinto a 86, son sus dos amenazas. El alavés del Caja Rural sumó solo 40 puntos por los 120 del ganador en una prueba propicia para él y eso le ha impedido llegar con más ventaja a un final con dos de las pruebas más duras, pero el alavés demostró en Alkiza en Aiztondo (13º) y en Arrate en el Valenciaga (18º) que es capaz de puntuar en finales en alto a pesar de sus 76 kilos, dos menos que el año pasado, y de ser un sprinter.

López de Abetxuko comenta que «mi objetivo era estar ahí cuando la gente no se lo esperaba. No te sirve de nada sprintar mucho si cuando tienes una subida no la pasas. En Aiztondo sabía que era una carrera que iba a sufrir subiendo Alkiza. Cuando empecé adelante sabía que no iba a aguantar, pero subí a mi ritmo bastante bien. En el Valenciaga los dos pasos de Ixua son duros y fui mentalizado de que iba a sufrir y me salió bastante bien. El objetivo es en las carreras que son tan duras puntuar lo máximo posible y en las buenas para mí aprovecharlas».

Así fue segundo en Ontur y Guerrita en carreras propicias, undécimo en Guadiana y decimoquinto en Torredonjimeno. Ha acabado en el Top 20 en las siete pruebas y le apena no aprovechar más la opción de un sprint masivo en Valladolid.

El de Agurain admite que «me dio rabia no poder disputar la carrera sabiendo que iba tan bien. En el kilómetro 30 se hizo una fuga de quince y metimos a Joseba López, pero entraron Coterillo y Pieotrobon, que iban bien colocados en la Copa. Nos tocó trabajar hasta que los cogimos en el 110 y el equipo no podía más y el final fue un poco loco. Empezó la gente a atacar y estas escapadas pocas veces llegan, pero llegó porque cuando se pusieron a tirar otros equipos con sprinters era tarde. Faltó un pequeño arreón porque los veíamos todo el rato, pero nadie se quiso poner a cazarlos. Pensaban que los íbamos a coger con la inercia y no fue así. Fui el primero del grupo y me dio rabia».

No le disgusta la Santikutz

López de Abetxuko tiene esperanzas el domingo en la Santikutz Klasika: «Es del estilo de Aiztondo, de desgaste, de estar todo el rato bien colocado adelante, de sufrir en las subidas cortas y explosivas, que no me vienen mal, aunque tampoco muy bien, pero se puede hacer un buen papel. La de Padrón la corrí el año pasado y me viene bastante bien y la de Vigo es muy dura. El objetivo a principio de temporada era ganar la Copa de España y ahora en el equipo miramos carrera a carrera a hacerlo lo mejor posible».

Se reivindica como un sprinter que agradece la dureza: «La que gané a comienzo de temporada en el Memorial Sanroma era repechera, hubo abanicos y terminaba en un repecho de kilómetro y medio. Prefiero ese tipo de carreras que la de Durana que hice segundo. Las pruebas que son tan llanas no me gustan, prefiero que haya más dureza, que llegue un grupo selecto me viene mejor».

Después de disputar las últimas tres pruebas de la Copa descansará el fin de semana de Urraki antes de su siguiente objetivo en la Vuelta a Nafarroa: «La primera y la última etapa me vienen bien y quiero hacerlo lo mejor posible. Es una vuelta importante para el equipo».

Caja Rural lleva menos triunfos de lo habitual, pero Andoni López de Abetxuko transmite tranquilidad: «Las cosas se están haciendo bien, no conseguimos muchas victorias, pero siempre estamos adelante».

El equipo navarro acusa la baja de uno de sus mejores escaladores, Julen Arriola-Bengoa: «En la concentración de enero en Almería se cayó y se rompió la muñeca. Cuando estaba recuperado sufrió en la rodilla una tendinitis y todavía no ha empezado a competir», lamenta el de Agurain, que agradece el fichaje de otro alavés, Joseba López, que le ha ayudado en toda la Copa: «Hace mucho, nos entrenamos juntos, tenemos buen ambiente en el equipo y eso ayuda cuando hay que trabajar para mí y cuando yo tenga que trabajar no va a haber ningún problema».

A nivel personal añade que «este año no estoy nervioso. Tarde o temprano las victorias vendrán. Hasta ahora estoy siempre ahí y es lo que vale, no tener un mes bueno y desaparecer el resto». Espera que eso le permita pasar al equipo profesional: «Es el objetivo desde el comienzo de temporada. Las cosas las estoy haciendo bien, solo falta alguna victoria más, y no creo que haya problemas»