Natxo MATXIN
Entrevue
ANDER IZQUIERDO
JUGADOR DE HELVETIA ANAITASUNA

«Me costó decidir irme, espero haber cogido el tren que me tocaba»

Ander Izquierdo es el último jugador con una prometedora proyección que ha salido de la fábrica de Anaitasuna, donde ha ido escalando categorías en estos últimos catorce años. El central iruindarra volará –se habla del Benfica– buscando nuevos retos para consolidarse como una figura emergente a nivel internacional. Mientras, Anaitasuna recibe hoy al Sinfín en la Asobal (18.30).

Echará de menos jugar en La Catedral, «con mi gente», pero es consciente de que debe dejar atrás muchas cosas para dedicarse al balonmano de una manera profesional. Espera volver a ponerse algún día la camiseta blanquiver- de, aunque aún le restan cuatro partidos para disfutar y dejar al equipo lo más arriba posible.

¿Con qué expectativas afronta el equipo las cuatro jornadas que restan para que concluya el campeonato liguero?

Aunque suena a tópico, con muchísimas ganas. En cuanto a resultados, el último mes no ha sido el mejor, eso es evidente. Aun así, el equipo en ningún momento ha bajado los brazos, siempre ha intentado sumar, cumplir con las expectativas y, sobre todo, llegar a los objetivos que nos planteamos a principios de temporada. Es por eso que tenemos muchísimas ganas de intentar sumar lo máximo en estos últimos cuatro partidos y acabar lo más alto posible en la clasificación.

Un reducido calendario bastante variopinto. Sinfín, Ademar, Logroño, Nava…, conjuntos que se la juegan por arriba y por abajo.

Sí, se trata de equipos diferentes, pero todos ellos tienen muchísimo nivel, con ninguno te puedes confiar y, mucho menos, menospreciar. Es cierto que cada uno tiene sus objetivos y expectativas, necesitando de diferente manera los puntos, pero nuestra labor es afrontar de la mejor manera posible dichos partidos y con el mayor respeto hacia el rival.

¿Qué le ha faltado a Anaitasuna para disponer de una mayor regularidad?

Más determinación en los momentos claves, saber lidiar en esos minutos más complicados, en los finales de partido. De cualquier forma, llegar ahí también habla muy bien del trabajo previo que se ha realizado, especialmente en lo que se refiere al cuerpo técnico y cómo ha apostado por todo el grupo.

¿Cabía esperar algo más de esta plantilla?

El equipo ha cumplido con las expectativas y está en un proceso de crecimiento. La plantilla ha cambiado mucho desde hace dos años y, poco a poco, los jugadores nos estamos entendiendo mejor. La competición ha tenido un nivel muy alto e igualado este año, ganando uno o dos partidos, escalabas seis o siete posiciones, algo que pocas veces se ha podido ver.

Habla de crecimiento deportivo. ¿Se palpa así por parte de quienes han salido desde la cantera de Anaitasuna?

Desde luego. Los que hemos salido desde el segundo equipo, como Aitor (García), Martín (Ganuza), Marcos (Cancio) y yo, creo que paulatinamente hemos ido sumando minutos. Los veteranos, además, nos han ido inculcando toda su experiencia y sabiduría, lo que nos ha ayudado a crecer mucho como personas y como jugadores.

A nivel personal, la campaña ha sido complicada. Tres meses y medio lesionado es mucho tiempo. ¿Cómo lo ha vivido?

Ha sido duro, porque las lesiones nunca vienen bien y porque pensaba que no se iba a prolongar tanto en el tiempo. Me rompí el pie justo cuando más cómodo me encontraba jugando y en una época en la que era convocado por la selección. Fue pasando el tiempo, las radiografías no eran positivas y mi lesión no evolucionaba correctamente, por lo que hubo momentos de frustración, pero ahí estuvo mi familia y los campañeros, que me apoyaron mucho.

Después de 14 años en Anaitasuna, este será su último curso aquí. ¿Resultó difícil tomar la decisión de cambiar de aires?

Mucho. Frente a bastante gente que me apoya y me decía que tenía que salir del club, yo no lo he visto tan fácil. Estoy muy unido a este equipo, a este club, y en esta ciudad residen mis amigos y toda mi familia, siempre he sido feliz con lo justo. Pero he querido apostar, sabiendo que no siempre se van a dar este tipo de oportunidades y quiero pensar que he tomado una buena decisión y he cogido el tren que me tocaba.

En los mentideros balonmanísticos se habla de que el Benfica será su destino. No va a tener que irse excesivamente lejos.

No he anunciado todavía cuál será mi próximo equipo por respeto a que sea el club quien lo haga. En todo caso, y como ya dije, no va a ser un conjunto muy lejano, aunque nunca me ha tocado vivir una experiencia fuera de casa y espero poder acostumbrarme rápido.

Entiendo que, con el cambio, lo que busca es una mayor proyección internacional.

Es el momento para vivir el balonmano desde otra perspectiva, probando experiencias en el extranjero y participando en otro tipo de competiciones. Es un sueño hecho realidad en muchos aspectos y que intentaré aprovecharlo todo lo que pueda.

¿Se ve viviendo una segunda etapa en Anaitasuna?

Ojalá, me encantaría volver a jugar en este pedazo de pabellón, con mi gente. Anaitasuna me ha dado muchísimo durante estos 14 años y Quique (Domínguez) me ha puesto las cosas complicadas para tomar la decisión de irme y se lo agradezco mucho.