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El Gobierno israelí salva una moción de censura, pero no sortea la crisis

El Gobierno de coalición israelí comenzó ayer el curso político envuelto en su mayor crisis hasta la fecha, después de haber perdido la mayoría parlamentaria. Aunque sorteó la moción de censura presentada por la oposición del Likud del ex primer ministro Benjamín Netanyahu y formaciones ultraortodoxas, sigue en la cuerda floja. El partido árabe islamista Raam, que aporta a la coalición cuatro diputados, congeló hace tres semanas su participación en el Gobierno a raíz de la represión en la Explanada de las Mezquitas en el segundo viernes de Ramadán, que dejó 150 palestinos heridos y más de 400 detenidos, incidentes que se han repetido cada viernes. Su líder, Mansur Abas, sí parece dispuesto a mantener a flote la coalición.

Su ejecutiva lo decidirá este viernes. Si la decisión es salirse, el Ejecutivo quedará en clara minoría en el Parlamento, lo que hará imposible gobernar. El Gobierno ya perdió su mayoría el 6 de abril, cuando la diputada Idit Silman, del partido ultra Yamina, se desligó del Ejecutivo, con lo que se llegó a un empate de escaños con la oposición que le obliga a buscar alianzas. Y otros dos diputados de Yamina podrían seguir sus pasos.

El Gobierno trata de frenar las deserciones por la derecha con la aprobación de 4.000 nuevas viviendas en colonias judías en Cisjordania.