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CRÍMENES ISRAELÍES

Israel mata a Shireen Abu Akleh, icono del periodismo palestino

Fuerzas israelíes mataron ayer a la periodista palestina Shireen Abu Akleh, una de las estrellas de Al Jazeera, cuando cubría una incursión del Ejército sionista en el campo de refugiados de Jenín.

Soldados israelíes mataron a primera hora de la mañana de ayer a Shireen abu Akleh, veterana periodista palestino-estadounidense y una de las figuras destacadas del canal panárabe de televisión Al Jazeera. Los militares dispararon contra los jóvenes y los equipos de prensa que se encontraban cubriendo una incursión israelí en el campo de refugiados de Jenín.

Abu Akleh, icono del periodismo palestino, es aclamada por su valentía y profesionalismo.

Nacida en 1971 en el seno de una familia cristiana en Jerusalén Este ocupado, esta palestina, que también era ciudadana estadounidense, estudió periodismo en la universidad Yarmouk de Jordania antes de cofundar la radio Voz de Palestina, con sede en Ramallah. Se unió a Al Jazeera en 1997, un año después del lanzamiento de la cadena qatarí de la que se convirtió en una de las reporteras estrella.

Para Hoda Abdel Hamid, una de sus colegas, «era sin duda una periodista muy valiente». «Le pregunté: ‘¿Nunca te cansas?’ Cada vez que pasaba algo, ella siempre estaba presente. (…) Pero era una reportera muy experimentada, no del tipo que toma riesgos estúpidos solo por tomarlos», destacó Hoda.

En una entrevista reciente con una agencia de noticias local, Shireen Abu Akleh no ocultaba tener miedo cuando estaba sobre el terreno. «Busco un lugar seguro donde estar y una forma de proteger a mi equipo antes de preocuparme por las imágenes», había afirmado.

Combates y sueños

La veterana periodista, que llevaba casco y chaleco antibalas con la palabra «Prensa», murió por disparos israelíes en Jenín, donde el Ejército sionista –que ocupa Cisjordania desde 1967– ha multiplicado recientemente las operaciones, después de los últimos ataques mortales en Israel, algunos de cuyos autores provenían de esa ciudad del norte de Cisjordania y del campo de refugiados palestinos adyacente.

A principios de 2022, la periodista escribió en la revista “Esta semana en Palestina” que Jenín no representaba «una historia efímera en su carrera ni incluso en su vida personal». «Es la ciudad que logra elevar mi estado de ánimo», afirmaba, porque Jenín «encarna el espíritu palestino que a veces tiembla y cae, pero, más allá de toda expectativa, se levanta para continuar sus combates y perseguir sus sueños».

Al haber cubierto el conflicto palestino-israelí durante dos decenios, era un icono del periodismo para muchos palestinos.

A los ojos de su colega Mohamad Daraghmeh, también un amigo cercano, representaba «una de las periodistas más fuertes del mundo árabe».

«Fue una de las primeras mujeres árabes en ser corresponsal de guerra a finales de los años 90, cuando el papel tradicional de las mujeres en la televisión era presentar las noticias en un estudio», señaló Dima Khatib, otra reportera de Al Jazeera.

El canal qatarí señaló que la reportera, de 51 años, fue «asesinada deliberadamente y a sangre fría» por las fuerzas israelíes, pero el primer ministro de ese país, Naftali Bennett, y el Ejécito sionista afirmaron que «probablemente» murió por disparos palestinos, lo que fue desmentido por los colegas que se encontraban cerca de ella.

En declaraciones al portal Quds News Network, la periodista Shatha Hanaysha, quien acompañaba a Abu Aqleh, denunció que «los francotiradores israelíes no pararon de disparar pese a que Shireen estaba tendida en el suelo».

«Nadie podía llegar a ella. Incluso el vehículo privado que la llevó al hospital, casi no pudo aproximarse a ella por los continuos disparos isarelíes. (…) Esto demuestra que los periodistas somos objetivo. Estábamos un grupo de periodistas. Llevábamos puesto nuestro chaleco identificativo. Shireen lleva un casco en el que se leía ‘prensa’, esto significa que quien le disparó lo hizo a una zona descubierta. Es un asesinato de todos nosotros», relató. «Veíamos a los francotiradores israelíes cerca de nosotros. Estábamos en un área en la que los soldados nos podían identificar claramente como periodistas. Los tiros comenzaron cuando llegamos a una zona de la que no podíamos retroceder», agregó.

Un fotógrafo de AFP aseguró que no había palestinos armados.

Otro periodista de Al Jazeera, el productor Ali al-Samoudi, resultó herido en el mismo lugar y acusó al Ejército israelí de haber abierto fuego hacia los periodistas. «Estábamos yendo a cubrir la operación del Ejército cuando abrieron fuego hacia nosotros [...]. A mí me alcanzó una bala. La segunda le alcanzó a Shireen», declaró.

Shireen Abu Akleh «se giró, en pánico» cuando su colega Al-Samoudi recibió un balazo y luego ella fue alcanzada por una bala, por detrás de la cabeza, indicó a la AFP Majid Awais, un testigo.

El ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, ofreció a las autoridades palestinas una «investigación conjunta».

La Justicia israelí da luz verde al desalojo de más de mil palestinos

Más de 1.300 palestinos que viven en las colinas al sur de Hebrón podrían ser expulsados de sus hogares tras más de dos décadas de batalla jurídica después de que el Tribunal Supremo haya dado luz verde al Ejército para desalojar las aldeas de Masafer Yatta si lo cree necesario.

A principios de la década de los 80, el Ejército israelí declaró la zona como campo de tiro, indicando que se trata de terrenos «inhabitables» y que cualquier persona que afirme vivir allí lo hace de forma ilegal.

Cerca de 1.000 palestinos habitaban Masafer Yatta, donde hay ocho aldeas con viviendas muy precarias, antes de la llegada de los soldados israelíes a Cisjordania en 1967, cuando comenzó la ocupación. Algunas familias fueron expulsadas en 1999 y luego autorizadas a volver, a la espera de un pronunciamiento de la Corte Suprema israelí.

El juez David Mintz falló la semana pasada que «los peticionarios no pudieron probar» que vivían de manera permanente en la zona antes de que fuera declarada un campo de tiro.GARA