Manex ALTUNA
BILBO
ATHLETIC

En progresión, pero sin culminar

El crecimiento del equipo ha servido para pelear por Europa, aunque se ha quedado a las puertas del éxito como sucedió en la Copa y en la Supercopa.

Por quinta temporada consecutiva, el Athletic no ha cumplido el objetivo marcado al inicio del curso y no disputará competiciones europeas. A diferencia de anteriores ciclos, no se puede olvidar que en estos años el conjunto rojiblanco ha ganado una Supercopa, además de llegar a dos finales de Copa que en otras temporadas hubieran permitido jugar en Europa.

Este mismo curso ha alcanzado la final de la Supercopa y ha caído en semifinales de Copa. Asimismo, el equipo ha peleado hasta la última jornada de Liga para obtener el billete para la Conference League, pero no lo ha logrado. Los 55 puntos cosechados son la mejor puntuación desde la última vez que se entró en Europa en 2017 con Valverde.

La progresión a lo largo de la temporada es evidente. El equipo arrancó priorizando las labores defensivas y encadenó una racha de empates que le dificultaron meterse en los puestos de arriba. Fue mejorando sus prestaciones ofensivas con el paso de las jornadas y se mantuvo en media tabla hasta que en la segunda vuelta accedió al octavo puesto que no ha podido superar. Cuando ha tenido la posibilidad de asaltar las posiciones europeas, el Athletic ha fallado.

Esa sensación agridulce ha condicionado la valoración del trabajo de Marcelino y la falta de confianza de los precandidatos a Ibaigane ha desencadenado su despedida.

La esperanza en los jóvenes

Esta temporada se han vivido partidos inolvidables en San Mamés en los que el equipo parecía invencible. Las eliminatorias frente a Barcelona y Real Madrid o las victorias en Liga contra conjuntos de la parte de arriba de la clasificación como Villarreal, Betis –con remontada incluida–, Real y Atlético se quedarán en el recuerdo. Sin embargo, tampoco se pueden olvidar los tropiezos contra Rayo, Cádiz y Celta, además de los empates contra Granada y Getafe.

Al Athletic le ha penalizado la falta de acierto ante la portería contraria y el no contar con un goleador determinante o jugadores que resuelvan partidos atascados con una genialidad. Williams y Muniain han vuelto a ser la referencias ofensivas, mientras Raúl García y Berenguer han bajado en sus prestaciones goleadoras con respecto al curso anterior. Villalibre tampoco ha podido aportar demasiado por las lesiones.

El paso al frente de Oihan Sancet se ha visto perjudicado por las lesiones que le han impedido consagrarse y meter al equipo en el tren europeo. Asimismo, la irrupción de otros jóvenes como Nico Williams, Vivian y el portero Julen Agirrezabala suponen un halo de esperanza para el futuro a medio plazo. A otros como Zarraga y Serrano les ha costado más contar con oportunidades y no se han asentado en las alineaciones.

Iñigo Martínez se ha erigido en el líder del equipo y los veteranos como De Marcos y Balenziaga han respondido. En el medio campo ha vuelto a faltar algo más de creatividad y la ausencia de Yuri en la primera vuelta se ha dejado notar.

Marcelino se va por la falta de confianza

Arropado por los miembros de su cuerpo técnico, directivos de la Junta y el presidente Aitor Elizegi, el capitán Iker Muniain o un mito como Iribar, el técnico asturiano confirmó su marcha en la sala de prensa de San Mamés. En un discurso repleto de agradecimientos al club, a los jugadores, a la afición e, incluso a los medios de comunicación, se despidió diciendo «eskerrik asko» y «agur» en euskera.

Marcelino considera que no cuenta con la confianza de ninguna candidatura y ha optado por cerrar su etapa en Bilbo. El entrenador asturiano admitía que el «corazón» le pedía quedarse en el Athletic, pero que la «cabeza» le decía «no puedes». «Nos duele el alma» porque «es difícil disfrutar tanto como lo hemos hecho aquí», añadía al explicar su salida. M.A.