Elias Anton Murgiondo
KOLABORAZIOA

«Frente Amplio» y futuro nacional vasco

Los pronunciamientos de varios sectores de la política vasca acerca de su apoyo a EH Bildu conllevan importantes datos para el análisis cara a la evolución y desarrollo de la coalición abertzale. Las políticas de asentamiento a nivel estatal del Régimen del 78 y el crecimiento de la derecha extrema suponen una preocupación para todo aquel que pretenda avanzar hacia los movimientos varios que «apean del caballo» a planteamientos intransigentes y a divergencias históricas con la izquierda abertzale.

El hecho de que haya pronunciamientos públicos que reconozcan el buen hacer de la actual unidad popular, cuando menos, supone un reconocimiento implícito del esfuerzo militante y organizativo que se está desarrollando con claridad y energía.

Son diversas las causas que inducen a reflexionar sobre el futuro político que afecta a Euskal Herria en su lucha contra las imposiciones del gran-nacionalismo español; son nuevas las circunstancias de confrontación que desenmascaran con absoluta claridad a los sectores regionalistas o seudoizquierdistas que mal conviven con el entramado corrupto de una monarquía impuesta por Francisco Franco (el asesino de El Ferrol).

El buen hacer y el crecimiento de la izquierda abertzale tiene mucho que ver con los avances en materia reivindicativa, sobre todo en las relaciones con el resto de nacionalidades del Estado. La población vasca cada vez más confia en sus representantes independentistas y de ahí la derrota del falso mensaje en el que se empeñan quienes se sienten «cómodos en España» y no dudan en apoyar el 155 como garantía de dominio; Irlanda también avanza en su lucha por la reunificación y la victoria del Sinn Féin lo demuestra. Son ejemplos de esperanza e ilusión que nos deben hacer reflexionar sobre los temas de crecimiento representativo y tener en cuenta las nuevas proposiciones de apoyo e integración de diversos sectores al entramado político de la izquierda abertzale.

Los objetivos de EH Bildu deben resultar firmes y claros, sobre todo por resultar democráticos y no ir contra nadie que  acepte los principios de una democracia justa y solidaria. El debate y la confrontación de ideas resulta educativo, siempre que el contrario actúe con honestidad y respeto para con los derechos de los pueblos y sus aspiraciones. El «Frente Amplio» solo puede resultar si hay buena voluntad para el entendimiento y el trabajo en común. Hay riesgos de convivencia siempre que los objetivos claves sean puestos en cuestión (euskara, República vasca-derecho de autodeterminación, presas y presos, y sanidad y educación públicas). Socialismo real, igualitario, sin latrocinios y divergencias capitalistas como las que concurren con las multinacionales que lo controlan todo e imponen sus designios de manera soez e inhumana.

Un ejemplo fácil de entender y que ocurre en Euskal Herria: el presidente de Iberdrola, el señor Galán, gana al mes lo mismo que 550 trabajadores de su empresa, es decir 1.200.000 euros. No es el único y hay partidos que apoyan ese sistema y que presumen de buen gobierno y de amor «a la patria».

Considero que los momentos actuales resultan altamente interesantes y que el viento fluye a favor de la izquierda abertzale, lo cual induce a felicitar a la militancia y a los representantes públicos de todos los estamentos de Euskal Herria (Hegoalde-Iparralde) que batallan de manera constante para conseguir los objetivos de libertad que tanto están costando en materia vital, con unos sistemas de dominación implacables, desde una monarquía obsoleta por un lado y una república jacobina por el otro. Un país pequeño y bajo la bota de dos Estados imperialistas: España y Francia.

Euskal preso politikoak etxera!