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BRUSELAS

Más sanciones a Rusia y armas para Ucrania, con miedo al corte del gas

La Unión Europea prevé aprobar hoy otros 500 millones de euros para financiar armas para Ucrania y un séptimo paquete de sanciones a Rusia que evita las medidas sobre energía. La Comisión Europea y los miembros de la UE han activado distintos planes de emergencia ante el temor del corte total del flujo del gas ruso.

Una mujer ante su casa destruida por un bombardeo en Toretske, Donetsk.
Una mujer ante su casa destruida por un bombardeo en Toretske, Donetsk. (Anatoly STEPANOV | AFP)

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea acordarán hoy la entrega de otros 500 millones de euros para financiar el envío de armas a Ucrania, procedentes del «Fondo Europeo de Apoyo a la Paz», dotado de aproximadamente 5.700 millones de euros al margen del presupuesto comunitario, pero destinado en teoría a «prevenir conflictos, consolidar la paz y reforzar la seguridad internacional».

«Les daremos armas letales hasta que estén en situación de fijar los términos de una posible paz o alto el fuego», argumentan fuentes europeas. Con esa medida, la UE habrá destinado ya 2.500 millones para respaldar a Kiev desde que empezó la invasión rusa.

Además, estudiarán la nueva ronda de sanciones contra Rusia, principalmente un veto a las importaciones de su oro.

Sin embargo, este séptimo paquete de sanciones elude más medidas en el plano energético, sobre la que la unanimidad europea parece haber llegado al límite, ante el temor a un invierno sin gas ruso.

La Comisión Europea está instando a los Estados miembros a que incentiven con compensaciones económicas la reducción del consumo de gas de empresas, y recurran al carbón o la energía nuclear.

La dependencia del gas ruso es crítica sobre todo en Alemania, donde el Gobierno ha vuelto a recurrir a centrales de carbón y petróleo, dando pasos atrás en su transición energética, además de llamar a la población y a la industria al ahorro. Teme que el jueves la energética rusa Gazprom no reanude el suministro tras la interrupción por las tareas de mantenimiento del gasoducto Nord Stream, por el que últimamente ya fluía tan solo un 40% del volumen habitual. El recorte empieza a dificultar el objetivo de llenar los depósitos de gas antes del invierno.

Gazprom apunta a la recepción de una turbina reparada en Canadá, aunque Ottawa y Alemania acordaron saltarse las sanciones que lo impedían para evitar el corte del gas.

Alemania está en ‘alerta’, el segundo de tres niveles del plan de emergencia del gas. El ministro de Economía y Clima, Robert Habeck, advirtió de «consecuencias masivas» para la economía si de da prioridad del suministro para los consumidores sobre la industria, mientra el canciller, Olaf Scholz, califica el aumento de los precios como un «explosivo social», con un inflación general en el 7,6%.

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, quiere «negociar un cambio» en el mecanismo de fijación de precios de la electricidad en Europa&discReturn; y el Gobierno italiano trabaja para decretar el racionamiento de las empresas energéticas. Su primer ministro, Mario Draghi, se reúne hoy con el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, para apuntalar la alianza energética, potenciada tras la crisis ucraniana y por el error diplomático del Estado español en su relación con Argelia.

Moscú advierte de un «día del juicio final» si se ataca Crimea

Ucrania espera recibir dos baterías de sistemas de defensa antiaérea Nasams, con un alcance de 25 kilómetros, que se sumen a los estadounidenses Himars y los británicos M270 para cambiar el curso de los combates. Su alcance parece estar obligando a alejar el almacenamiento de arsenal ruso del frente y complicando las líneas de suministro.

Pero el expresidente ruso, Dmitri Medvedev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, advirtió contra el uso de estos sistemas para atacar Crimea. «Las consecuencias son obvias. Si pasa algo parecido, para todos ellos enseguida llegará el día del juicio final. Será muy rápido y muy duro», afirmó. Kiev no descarta usar los Himars para atacar objetivos en Crimea, como los emplazamientos de los misiles Kalibr, que a menudo son disparados desde la península, pero también el puente que Rusia concluyó en 2019. GARA