Una mujer murió ayer en un enfrentamiento entre policías y sospechosos en la misma favela de la ciudad de Río de Janeiro donde el jueves un operativo dejó 18 fallecidos.

Esta vecina de Complexo do Alemao fue herida de bala durante el choque entre agentes y presuntos delincuentes registrado en una unidad policial ayer, según la versión de la Policía Militar, que asegura que los uniformados no respondieron a los disparons efectuados por supuestos delincuentes en su ataque contra una sede policial en Complexo do Alemao, un deprimido conglomerado de favelas en el norte de Río. Pero testigos declararon que la víctima fue herida por tiros efectuados por la Policía.

Esta muerte se produjo menos de 24 horas después de la sangrienta operación que la Policía Civil y la Militar realizaron en la misma zona para desarticular, según las autoridades, una banda dedicada al robo de vehículos y bancos, que se saldó con la muerte de 18 personas.

Residentes denunciaron ataques de las fuerzas de seguridad a civiles, incluidos allanamientos a casas, en medio de los intensos tiroteos.

Las autoridades aseguraron que sus unidades fueron «violentamente atacadas» con tácticas «militares y guerrilleras», y acusaron a los delincuentes de usar civiles como escudos humanos y de recibir respaldo de algunos residentes.

Según el balance oficial, 16 de los fallecidos en el operativo, uno de los más letales de la historia de Río, eran sospechosos. Las otros dos fueron otra vecina de 50 años y un cabo de la Policía Militar.

Los familiares de Letícia Marinho de Sales acusaron a la Policía de matar a la mujer al disparar al coche en que circulaba junto a su pareja, Denilson Glória. «Había un policía en un semáforo, paramos. Aun así, dispararon contra el auto. Solo la vi cayendo hacia mi lado. Cuando miré, tenía un agujero en el pecho», afirmó Glória al portal G1.

En su retransmisión de los jueves por redes sociales, el presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, lamentó solo la muerte del cabo y cargó contra el Supremo Tribunal Federal (STF) por un fallo judicial que restringió las operaciones policiales en las favelas de Río durante la pandemia de covid-19.

Brutalidad e impunidad

Sin embargo, en el último año se han sucedido diversas operaciones con un alto balance de fallecidos. Las organizaciones de derechos humanos denuncian la brutalidad con la que se emplean las fuerzas de seguridad en Río de Janeiro, que a menudo cometen ejecuciones extrajudiciales que quedan casi siempre impunes.

En mayo, 25 personas murieron en otra redada policial en Vila Cruzeiro y un año antes se registró la acción policial más letal en la historia de Río, con 28 fallecidos en la comunidad de Jacarezinho.

Los enfrentamientos entre policías y grupos criminales que disputan el control del tráfico de drogas son frecuentes en las áreas más empobrecidas de Río de Janeiro.