Kike DE PABLO
Alpinista
BOBADAS ALPINAS

Adaptación

El 25 de julio pasado MeteoSvizzera dio a conocer la altura de 5.184 metros correspondiente a la isoterma 0º, o altura sobre el nivel del mar en la que se alcanzan los 0º en atmósfera libre, sin considerar la influencia de la orografía. Un record histórico desde que se tienen datos. Como la montaña alpina más alta, el Mont Blanc, es de 4.807 metros es fácil sacar las consecuencias: noches en las que no hiela en los Alpes, permafrost que desaparece, avalanchas de rocas, glaciares impasables. Esto es lo que ha conducido a los guías alpinos franceses e italianos a renunciar a subir con clientes al Mont Blanc y al Cervino, dos de las montañas más solicitadas y ya peligrosas al principio de esta temporada. Situación también de numerosas rutas antaño populares y transitadas. ¿Qué queda por hacer? Al ser montañas de acceso libre, el alpinista, montañero, escalador podrá acudir a ellas, adaptándose, aprovechando oportunidades puntuales en las que las condiciones sean buenas, poniendo a prueba y afilando sus conocimientos, su discreción, algo que, por otra parte, se supone forma parte de su bagaje técnico y cultural sobre ese medio en el que pretende desenvolverse y que dice amar. Y en último caso, queda el recurso de la renuncia definitiva a determinadas vías, e incluso montañas. Al fin y al cabo, la experiencia alpina y las vivencias en la montaña son básicamente el núcleo, el corazón de la actividad. Supuestamente.