Annemiek van Vleuten (Movistar) sentenció ayer el Tour femenino tras exhibirse en la séptima etapa entre Sélestat y Le Markstein, de 127,1 kilómetros, con tres puertos de Primera, en los que demostró ser la mejor escaladora con diferencia del pelotón femenino.

Tras su victoria en el Giro, la corredora del Movistar ofreció dudas en las primeras etapas del Tour al estar enferma con un virus estomacal. SD Worx y Canyon prefirieron disputar la etapa del sterrato en lugar de intentar distanciarla y Van Vleuten demostró ayer que se ha recuperado antes de las dos etapas de alta montaña del fin de semana.

En la primera sentenció la general al aventajar en 3:26 a Demi Vollering, que llegó a la meta con calambres y desencajada tras los esfuerzos realizados para intentar seguir a la veterana ciclista que cumplirá 40 años en octubre.

Las dos se marcharon a 80 de meta en el primero de los tres puertos de Primera de la etapa, el Petit Ballon (9,4 kms. al 8,1%), y ampliaron su ventaja progresivamente sobre sus perseguidoras. A falta de 62, en el último kilómetro de la subida al Platzerwasell, el segundo Primera, la corredora del Movistar dejó a la de SD Worx y coronó con 42 segundos de ventaja, cuatro minutos a Elisa Longo Borghini, tercera, más de cinco a un grupo con Cecilie Uttrup Ludwig, Juliette Labous, Katarzyna Niewiadoma y Silvia Persico y doce a un pelotón más amplio con Marianne Vos.

En la última subida del Grand Ballon (13,5 kms. al 6,7%), Van Vleuten amplió su ventaja y Longo Borghini pagó sus esfuerzos de subir los dos primeros puertos en solitario. La italiana del Trek fue superada por Cecilie Uttrup Ludwig, Juliette Labous y Katarzyna Niewiadoma, que se coloca tercera en la general detrás de las dos favoritas de la carrera a la espera de la última etapa.

«UNA MONTAÑA RUSA».

Tras su victoria, Annemiek van Vleuten señaló que el Tour «ha sido una montaña rusa. De estar enferma a ganar. Ha sido muy bonito y acabar en solitario es increíble. Mi estilo es siempre atacar. Había reconocido esta etapa, sabía que el Petit Ballon era duro y, después de unos días recuperándome, confiaba en que podría abrir diferencias desde la primera subida. Es bonito vestirme de amarillo, pensaba que solo era un maillot para los chicos, y recogerlo de Marianne Vos lo hace más especial aún».

La neerlandesa del Jumbo llegó a la meta con el maillot amarillo en el puesto 49ª a 24:44 en un pelotón amplio. Ane Santesteban entró antes con el tiempo de la 20ª en un grupo a 19 minutos en una demostración de que va a más tras llegar justa a la carrera. Intentará acabar bien en una última etapa entre Lure y La Super Planche des Belles Filles, de 123,3 kilómetros, con una subida final de 7 kms. al 8,7%.

Las diferencias son grandes entre las tres primeras, pero habrá que ver cómo recuperan todas después del gran esfuerzo de ayer en una subida final de gran prestigio en la que Annemiek van Vleuten es la favorita para ganar de amarillo.