El 4 de octubre de 2016, Gipuzkoako Hondakinen Kudeaketa (GHK) remitió al Gobierno de Lakua dos ejemplares en papel y en formato digital de la “Actualización del informe preliminar de situación de calidad del suelo” del terreno y aguas subterráneas donde se iba a construir la Incineradora de Zubieta. ¿Y qué concluía ese informe? Pues que no existía contaminación alguna en las aguas subterráneas ni tampoco en los rellenos realizados ni en el suelo de la plataforma.

El documento, elaborado por “IDOM, Ingeniería y Consultoría, SAU”, remitido por la propia GHK a la Viceconsejería de Medio Ambiente, señalaba claramente que hasta 2010 el terreno era «un paraje natural en el que no se desarrolló ninguna actividad industrial». Que ese año se iniciaron las obras para crear la plataforma de la incineradora y que desde junio de 2012 «no se ha realizado ningún tipo de actividad en el emplazamiento».

Según las conclusiones recogidas por el resumen del informe elaborado por el Ejecutivo autonómico, al que ha tenido acceso GARA, «no se produce la superación de ningún VIE-B Uso industrial, por lo que el suelo es compatible con el uso previsto».

También se afirma que «las concentraciones de TPHs detectadas en las muestras S2M1, S3M1 y S4M2 no suponen ningún riesgo para la salud humana, según la primera valoración de riesgos realizada según lo dispuesto en el RVIM report 711701 023. Estas muestras -explica- corresponden al relleno superficial y pueden estar relacionadas con afección producida por los vehículos en la parcela (no impermeabilizada todavía)».

Concluye además que «no se produce superación de los valores de intervención establecidos para el agua subterránea en la Normativa Holandesa ‘Soil Remediation Circular 2013’, por lo que no existe afección de esta matriz».

Esto se interpreta desde un punto de vista técnico como que «desde un punto cualitativo, la calidad del suelo se define como alta» para todo el emplazamiento.

Nuevo revés

GHK no puede decir que desconocía este informe sobre la limpieza del terreno donde después se construyó la incineradora, pues fue quien lo remitió a Lakua. Sin embargo, cuando el 2 de agosto este medio publicó que había informes sobre la «contaminación severa» que producía la incineradora de Zubieta, el Consorcio respondió hablando de «supuestas ‘informaciones’» y alegando que «los datos eran anteriores a la puesta en marcha» de la incineradora. Ya demostramos el 3 de agosto que los datos de los informes eran posteriores.

GHK adujo, además, que «los resultados de las analíticas podrían estar relacionados con los rellenos realizados en la parcela con material de desmonte». Ante ello, y después de ser acusados de actuar con mala fe, GuraSOS requirió al Gobierno de Lakua un resumen de ese informe anterior al inicio de las obras, que le fue enviado con inusitada celeridad a la asociación.

GuraSOS añade con nuevas imágenes que «el dren que recoge las aguas de filtración de la incineradora sigue vertiendo contaminantes al cauce de Arkaitzerreka un mes y medio después de detectarse y denunciarse el mismo ante la Fiscalía el pasado 13 de julio».

Concluye que el cauce del río «está irremediablemente afectado» tras el vertido. GuraSOS entiende que «no estamos ante un vertido puntual. Estamos ante algo mucho peor. Existe un gravísimo problema de contaminación del suelo y las aguas subterráneas debajo» de la planta incineradora.