Hay días en los que más quisiéramos no levantarnos de la cama y otros en los que el mundo se nos queda pequeño. Pero el tiempo mantiene su mismo discurrir, al mismo ritmo, y da igual lo preparados que estemos o lo que nos falte para estar preparados. Hay que tirar adelante y que el destino sea el que deba ser, o el que se pueda construir.

Algo así se puede decir de Cazoo Baskonia y Surne Bilbao Basket ahora que están en capilla para afrontar una nueva temporada 2022/23. Los dos conjuntos vascos de la Liga ACB arrancan hoy la competición doméstica llenos de cambios e incógnitas.

11 PARTIDOS EN 30 DÍAS

El debut de Joan Peñarroya en elbanquillo de Saski Baskonia será uno de los grandes alicientes del cuadro gasteiztarra esta tarde a las 19.00 ante Unicaja. La falta de referencias para la plantilla es algo evidente, por más que los Enoch, Giedraitis, Costello, Marinkovic, Sedekerskis o el propio Dani Díez tengan experiencia en el más alto. Fiichajes como los de Darius Thompson, Markus Howard, Daulton Hommes o Maik Kotsar son una incógnita porque nunca han tenido que vérselas a estos niveles.

«Al equipo lo veo con ganas porque al jugador le gusta competir, pero es una evidencia que estamos verdes», asume Joan Peñarroya. «Somos un equipo nuevo que llevamos diez días de entrenamiento todos juntos. Además, disputaremos unos 11 partidos en los 30 primeros días, por lo que vamos a tener que entrenar, mejorar y conocernos jugando. Los chicos tienen ganas y una gran predisposición a escuchar y a aprender, y por eso el equipo empieza a transmitir cosas de lo que queremos ser, pero estamos muy lejos», advierte el preparador catalán.

«COMPETIR» ES LA PALABRA

Ya sin Alex Mumbrú, Bilbao Basket se las verá esta noche a las 21.30 en el Palau Olìmpic de Badalona ante el Joventut, tercer clasificado del año pasado. Este será el primero de tres partidos en cinco días, así en la ACB com o la FIBA BCL. Tras vivir un verano tumultuoso, la grave lesión de Goudelock ha trastocado la pretemporada de los hombres de negro.

«Esta es una prueba de superación para el equipo y nos debe de servir para crecer juntos y ser más competitivos», indica Jaume Ponsarnau. El objetivo del curso es «ser uno de los 16 mejores» equipos de la competición doméstica y a partir de ahí «ser ambiciosos y conseguir el mejor resultado».

Ver cómo cuajan los Adam Smith, Kyser o Denzel Andersson, llamados a ser referentes del club vizcaino, es algo que se preguntan los aficionados del conjunto bilbaino. Mientras, el equilibrio correrá a cargo de Sulejmanovic en su retorno a Bilbo, y la continuidad de Withey, Hakanson, Reyes o Xavi Rabaseda.