GARA
BARCELONA

Junts preguntará a sus bases sobre su continuidad en el Govern tras la crisis con ERC

El plazo fijado por Junts para llegar a un acuerdo con ERC que relance el Govern de coalición concluyó ayer sin ningún acercamiento. La dirección de Junts preguntará ahora a las bases qué hacer.

Borràs y Turull, llegando ayer a la reunión de la Ejecutiva de Junts.
Borràs y Turull, llegando ayer a la reunión de la Ejecutiva de Junts. (David ZORRAKINO | EUROPA PRESS)

Como se intuía, los últimos días no han traído ningún acercamiento entre Junts y ERC, y aunque ambas partes evitan mensajes que les sitúen como la fuerza que rompe el acuerdo de gobierno, todo apunta a su fin. El ultimátum dado por Junts a ERC con varias condiciones no ha generado ningún acercamiento.

Tras ello, la dirección de Junts dio ayer a conocer la pregunta que trasladará a las bases este jueves y viernes. Es la siguiente: «¿Quiere que Junts continúe formando parte del Govern de la Generalitat?». La fórmula elegida supone que la dirección no marca una opción clara, aunque todos sus mensajes van en la línea de finiquitar la coalición. Hay tres opciones ante este interrogante: sí, no o abstención. Los resultados se conocerán el viernes.

La última maniobra en esa guerra por el relato de la ruptura ha sido, por parte de Junts, retirar la exigencia del retorno al Govern del vicepresident Jordi Puigneró. Junts dice que Aragonès ha rechazado también esta última propuesta, presentada en la noche del domingo.

Poco se sabe de las conversaciones. Aragonès y Turull mantuvieron una conversación el domingo por la mañana que no fructificó y se mantuvo el desacuerdo, y por la tarde no hubo más contactos hasta que por la noche Junts envió una última propuesta, aunque tampoco sirvió para desbloquear la crisis del Ejecutivo.

Pese a que Junts retiraba la restitución de Puigneró, estas fuentes han reprochado que en esta última propuesta mantenían que el espacio de dirección estratégica independentista esté «supeditada» al Consell per la República, algo que ya bloqueó durante tres meses las negociaciones de investidura y que Aragonès ha rechazado siempre.

Ni mitad de legislatura

El panorama que se abre ahora resulta muy incierto. La hipótesis que más fuerza cobra es que Aragonès intente seguir en solitario, confiando en ir logrando apoyos parlamentarios -quizás de fuerzas diferentes, en una geometría variable- a sus propuestas.

Sin embargo, si se crea una situación de total ingobernabilidad no parece nada descartable que se adelanten las elecciones, que en principio no tendrían que celebrarse hasta febrero de 2025. En las últimas horas, Aragonès ha reiterado que no tiene ninguna disposición a tomar esta medida, dada la crítica situación económica que haría poco entendible este adelanto.