Hace dos semanas, cuando las componentes de Jaizkibel Konpainia presentaron “Loratzen”, la fiesta con la que a lo largo del día de hoy celebrarán el vigésimo quinto aniversario de su formación, recordaron que todavía no han conseguido su objetivo, algo tristemente obvio; sin embargo, también lo es algo que resaltaron en su comparecencia: «la juventud, frescura, alegría y ganas de seguir adelante de la compañía Jaizkibel son motivo de celebración». El pasado 8 de setiembre las calles de Hondarribia reflejaron una realidad diferente a la de otros años, las muestras de apoyo y ánimo se superpusieron a los abucheos e insultos y los plásticos negros habían desaparecido. Una realidad cambiada y cambiante que en lógica progresión llegará a normalizarse.

Durante todos estos años, las componentes de Jaizkibel Konpainia han mostrado un coraje encomiable, un tesón inquebrantable en un empeño que, lejos de abandonar, han ido reforzando. El primer acto de la jornada de hoy consiste en un recorrido histórico, una mirada retrospectiva que recordará muchos momentos de incomprensión, desprecio, tensión, sinrazón y dolor, pero también mostrará la evolución de una lucha hoy en flor, a la espera de su fruto. Ciertamente, Jaizkibel Konpainia no ha logrado aún su objetivo, pero se adivina más cercano, si bien hay quien se niega a aceptar la evidencia, y a pesar de que los partidarios de mantener la discriminación de la mujer son cada vez menos, en lugar de propiciar la reflexión siguen atrincherados, consciente o inconscientemente, en su vana resistencia al paso del tiempo. Actitud más triste si cabe en representantes institucionales. Otro cometido de la celebración es agradecer el apoyo recibido, un apoyo que si se hubiera extendido a todas las instituciones a buen seguro habría evitado muchas situaciones lamentables.

Hoy se celebra el aniversario de una lucha ejemplar, que trasciende el municipio y la fiesta, que se adentra plenamente en el ámbito de los derechos, de la igualdad. No cabe sino felicitar a Jaizkibel Konpainia, animarla en su empeño y seguir brindándole todo el respaldo.