Arnaitz GORRITI
BALONCESTO

Asvel Villeurbanne asesta una dolorosa cornada a un Baskonia muy inferior

El día del regreso de Pierriá Henry y Markus Howard, los gasteiztarras cayeron con toda justicia frente a un rival que se llevó los cuatro cuartos.

Peñarroya alecciona a sus jugadores en un día en el que no salió nada.
Peñarroya alecciona a sus jugadores en un día en el que no salió nada. (@SASKI BASKONIA)

A veces la moneda cae cruz y a veces hasta el más bragado se lleva una cornada. Y la cornada que recibió anoche Saski Baskonia en el Astroballe fue muy dolorosa.

Ni el debut de Pierriá Henry salió como se esperaba, ni siquiera el regreso de Markus Howard, que acabó resintiéndose de su rodilla, aunque, como dijo el propio Joan Peñarroya, «cuando te dan por todos los lados, te salen todos los males».

Como los primeros cuartos están siendo el punto más débil de este Baskonia, no extrañó ver a los gasteiztarras algo ajados en el arranque, perdiendo balones de más y sin soltarse del partido espeso que planteaba su rival. La diferencia, eso sí, no llegó sino hasta la entrada de Nando De Colo, un especialista en hacerle la Pascua a los gasteiztarras, que supuso un parcial de 9-0 para poner el 19-10, provocando el primer tiempo muerto de Joan Peñarroya.

Ese parcial se estiró hasta el 20-0, y ni el debut de Pierriá Henry y el retorno de Howard -aunque se tocaba en exceso la rodilla- arreglaban el desaguisado. Hasta un adolescente de 17 años como Zacharie Risacher hacía daño al rebote y Asvel Villeurbanne llegaba a escaparse 36-15.

Reaccionaron los gasteiztarras de la mano de Thompson y Giedraitis, pero errando en exceso en tiros libres y triples, mientras que el cuadro galo mantenía una gran ventaja, 48-30 al descanso, desde la línea de 4,60 metros. La esperada remontada baskonista del segundo cuarto se quedó en agua de borrajas.

POCOS EFECTIVOS

Entre Darius Thompson y Rokas Giedraitis hicieron el único conato de acercamiento en el marcador, al punto de arrimarse hasta un 56-43. Pero Thompson cometió su tercera falta y Asvel Villeurbanne se volvió a escapar con un parcial de 9-2 que, en la práctica, fue definitivo.

Pese a que en ese tramo llegaron los puntos de Henry, sendos triples de Pons y Obasohan terminaron con las esperanzas gasteiztarras, que perdieron los cuatro cuartos. «No somos el Efes, no somos el Real Madrid y cuando no jugamos con intensidad, estas cosas pueden pasar», resumió un Peñarroya resignado.