Iñaki LEKUONA
Profesor
AZKEN PUNTUA

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Grégoire de Fournas, diputado de extrema derecha, ha sido sancionado por la cámara baja francesa por exclamar en el hemiciclo un “que se vuelva a África” en el momento en el que su colega Carlos Martens Bilongo, hijo de angoleña y congoleño y parlamentario por el movimiento de Mélenchon, denunciaba “el drama de la inmigración clandestina”. Según el partido de Le Pen, su representante dijo exactamente “que se vuelvan a África”, en plural, refiriéndose a los inmigrantes en general y no al diputado de la LFI. La cuestión es que la lengua francesa es incapaz en este caso de diferenciar oralmente el plural del singular. Pero Martens Bilongo, “nacido en Francia y francés”, no lo tiene tan claro. Estima haber sido objeto de un ataque hacia el color de su piel y hacia los valores que representa, que no se sabe bien si coinciden con los de su líder Mélenchon, quien tuiteó hace unos días su disgusto a propósito de la desaparición de toda referencia al francés en los nuevos billetes de dinares argelinos. “El idioma común ya no lo es”, escribió en un francés que reemplaza el término “impuesto” por el eufemístico “común”. Y es que a los adeptos de la nostalgia imperial, tan republicana ella y tan incapaz de respetar lo plural y lo singular, les agradaría volver a África. Con su francés, claro.