La Presidencia turca aseguró que los atentados en su suelo «son consecuencia directa e indirecta del apoyo de algunos países a grupos terroristas», en clara referencia a EEUU por su apoyo a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), coalición en la que se integran los kurdos de ese país, y por lo que califica de respaldo de Suecia y Finlandia al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

«Deben detener inmediatamente su apoyo (a grupos terroristas) si quieren la amistad de Turquía», amenazó, un día después de la muerte de seis personas en un atentado con bomba en la comercial y concurrida Avenida Istiklal, en la parte europea de Estambul.

El ministro del Interior, Suleyman Soylu, confirmó la detención de una mujer a la que acusa de colocar la bomba, que mato a seis personas y provocó heridas a 81.

Siempre según la versión policial, la mujer, identificada como Ahlam Albashir, habría «confesado» en el interrogatorio que «fue entrenada y recibió la orden de atentar de manos de la organización terrorista PKK/PYD/YPG» en la ciudad kurda de Kobane, en el norte de Siria.

Ankara incluye en un «totum revolutum» al Partido de la Unión Democrática (PYD) de Siria y a su brazo armado, las milicias Unidades de Protección Popular (YPG), a los que considera estrechamente vinculados al PKK, la guerrilla kurda que lucha contra Turquía.

PKK e YPG se desvinculan

. Tanto el PKK como las YPG negaron cualquier vinculación con el atentado y se solidarizaron con las víctimas y familiares. La guerrilla kurda, en concreto, insistió en que «los civiles no son nuestro objetivo y que rechazamos las acciones contra ellos».

EEUU, el ISIS Y Turquía

. Ankara critica a EEUU por su apoyo a las FDS -cuyo principal integrante son las YPG- en el marco de su lucha contra el Estado Islámico en Siria (ISIS).

El ministro de Interior turco señaló que «no aceptamos el mensaje de condolencia del Consulado de EEUU. Tenemos que cuestionarnos la alianza con los que financian a los terroristas de Kobane».

La ciudad kurda, ocupada por el ISIS, fue liberada en 2015 en el comienzo de una ofensiva kurda contra los yihadistas con el apoyo de la aviación estadounidense. Fue el inicio del fin para el califato del ISIS, grupo con el que varias fuentes aseguran que Turquía mantuvo relaciones, logísticas y económicas, algo que Ankara siempre ha rechazado.

Turquía acusa a Suecia y Finlandia de apoyar al PKK por su política de asilo al pueblo kurdo y ha amenazado con bloquear su proceso de ingreso en la OTAN si no extraditan a reclamados por Ankara.