GARA
SHARM EL SHEIJ

Lula anuncia la vuelta de Brasil a la lucha contra el cambio climático

Aclamado a su llegada a la COP27, Lula da Silva anunció la vuelta de su país a la lucha contra el cambio climático, que aseguró que no puede desligarse del combate contra la pobreza, y su intención de proponer la Amazonía como sede para la Cumbre del Clima de 2025 (COP30).

Lula da Silva posa al llegar al pabellón instalado por el consorcio Amazonía Legal.
Lula da Silva posa al llegar al pabellón instalado por el consorcio Amazonía Legal. (Joseph EID | AFP)

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó ayer a Sharm el Sheij para participar, como invitado, en la Cumbre del Clima de la ONU (COP27), donde anunció el regreso de su país, tras el mandato del negacionista climático y ultraderechista Jair Bolsonaro, a la lucha contra el cambio climático.

Lula defendió que cambio climático y pobreza son dos realidades «inseparables» que deben ser combatidas de manera conjunta, y prometió castigos más estrictos contra quienes atenten contra el medioambiente y los recursos de la Amazonía. En su primera visita al exterior desde su victoria electoral el 30 de octubre, señaló que es necesaria una sociedad más empática, basada en la «confianza» entre los pueblos y «más allá de los intereses nacionales inmediatos» para que se pueda atajar un problema que afecta en especial a los más vulnerables.

Por ello, defendió que se movilicen más recursos para que «los países en desarrollo, sobre todo los más pobres», puedan hacer frente a un problema que «en gran medida» ha sido provocado por los más ricos. En su discurso, el de mayor calado en la COP27 pese a no provenir de un delegado «oficial», Lula afirmó que el cambio climático tendrá «el más alto perfil en la estructura» de su Gobierno y que «los crímenes ambientales» del Ejecutivo de Bolsonaro serán combatidos sin tregua».

Recibido con vítores y aplausos, en su discurso en un pabellón instalado en la COP27 por el consorcio Amazonia Legal, que agrupa a los nueve estados de la cuenca amazónica brasileña -que concentran el 60% de la Amazonía-, remarcó que «Brasil está de vuelta. Brasil no puede estar aislado como lo estuvo en los últimos cuatro años. Brasil es demasiado grande».

El presidente electo de Brasil subrayó que «no habrá seguridad climática en el mundo sin una Amazonía protegida», porque es esencial para el equilibrio del clima y la biodiversidad.

Pueblos indígenas

Lula, que asumirá su cargo el 1 de enero, afirmó que librará una «lucha muy fuerte» contra la deforestación, y que hablará «mucho» con los pueblos indígenas. «Vamos a acabar con el proceso de degradación que están viviendo nuestros bosques tropicales», proclamó.

Y aseguró que el futuro Ministerio de los Pueblos Originarios, que se va a crear, es una medida de justicia para que los indígenas «no sean tratados como bandidos».

Anunció además que propondrá que la conferencia del clima de la ONU de 2025 se celebre en la Amazonía, donde la deforestación promedio anual aumentó un 75% con respecto a la década anterior durante el mandato de Bolsonaro.