Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
ABRÁZAME FUERTE

La ausencia en una enigmática huida hacia adelante

En esta su sexta experiencia detrás de la cámara, el actor Mathieu Amalric vuelve a descubrirse como un narrador sorprendente a la hora de abordar una historia en torno al duelo, las ausencias y los viajes físicos en internos en la que se intuyen ciertos ramalazos de thriller, sin serlo en realidad.

Podría decirse que el director de películas como “El cuarto azul” y “Barbara” subvierte los géneros en beneficio de una propuesta un tanto enigmática.

El punto de partida lo encontramos en la decisión determinante que adopta el personaje encarnado por Vicky Krieps cuando decide abandonar a su marido y sus dos hijos sin aviso previo.

La protagonista se embarca en un viaje a bordo de su coche y con la intención de ver el mar, de huir hacia adelante y sin mirar atrás.

En esta etapa del filme nace una road movie emocional a trávés del cual se fragmenta la narrativa del filme de manera consciente, aparentando una especie de puzzle íntimo que corresponde montar al espectador.

Tonalidad fantasmal En realidad tenemos pocos elementos para ordenar su historia, casi apenas tenemos datos relativos a las motivaciones de la desestructura de un clan familiar y todas las pisztas se presentan mediante diálogos compartidos con entes invisibles. Mathieu Amalric refuerza este elemento con encuadres y tonalidades un tanto fantasmagóricas.

A todo ello se suma un encadenado de flashbacks que nos aportan detalles del pasado de la protagonista y que vienen acompañados por acordes de un piano que refuerzan los puntos suspensivos que topamos en sus secuencia.