Amparo LASHERAS
Periodista
AZKEN PUNTUA

Palabras prestadas para Palestina

Un jugador marroquí, después de la victoria de su equipo en el Mundial de Futbol, desplegó en el centro del campo la bandera palestina. Un gesto solidario que hubiera sido más grande si junto a ella se hubiese mostrado la del Sahara, pueblo ocupado desde hace décadas por Marruecos. Al ver la imagen del jugador, recordé que ese día se cumplían 75 años de la partición de Palestina y de la creación del Estado de Israel. Las noticias que llegaban desde Cisjordania eran tan desoladoras que al escribir esta columna sentí que las palabras me sonaban débiles, demasiado usadas en esa generalidad periodística que, aun contando la verdad de una realidad, carecen de la fuerza dolorida que da vivirla desde cualquier lucha anónima. Así que llamé a unas amigas y les pedí que, con sus vivencias, me prestasen las palabras más veraces para contar lo que hoy es Palestina y Europa esconde detrás de su apoyo criminal a Israel. Agus acaba de regresar de Gaza y lo resumió en tres frases: «Maldad, criminalidad e impunidad del sionismo. Sufrimiento y resistencia del pueblo palestino. Vergüenza y colaboración del resto». Tania que estuvo tres meses viviendo el día a día del pueblo palestino definió la situación con una palabra que en Euskal Herria entendemos muy bien, «una gran cárcel de Israel donde se impide vivir».