IÑAKI LEKUONA
Profesor
AZKEN PUNTUA

Manos

Podría pensarse que a este lado del Bidasoa el hallazgo de Irulegi le ha echado una mano a esta lengua maniatada con cuerdas legales que poco concuerdan con un país que se jacta de ser patria de la libertad, la igualdad, la fraternidad y los Derechos Humanos. La prensa escrita, desde “Le Figaro” hasta “Le Monde”, así como la radiotelevisión pública y privada, le han hecho un hueco informativo a esa palma de bronce, al afortunado mensaje y al propio idioma, del que se están escribiendo crónicas sobre el misterio de su origen, sus raíces milenarias y lo singular de su falta de parentela. Sin embargo, ninguno se pregunta en qué situación se encuentra hoy día esta lengua, ni en qué condiciones la mantiene el Estado. Se limitan a reproducir un mensaje de felicitación al euskara y a sus hablantes del prefecto de Pau. Y es que este pasado sábado Julien Charles compartió por las redes, con el logo de Euskaraldia, que el Estado “apoya la lengua vasca, parte esencial del patrimonio de Francia”. Sorioneku euskara, tu futuro está preservado. Eso sí, enterrado bajo la ceniza de una ausencia de oficialidad, de una enseñanza reprimida y de un floklorismo reductor. Seguirás maniatado y la única mano que te eche París será al cuello. No hace falta ser quiromante para leer esas líneas.