Brasil pone la directa en su primera eliminatoria del Mundial de Qatar y presenta su candidatura al título. Los de Tite exhibieron su poderío ante la escuadra coreana con sendos goles de Vinicius, Neymar, Richarlison y Paqueta. El equipo de Paulo Bento tuvo la recompensa al trabajo con el gol de Paik (4-1).

El primer gol de Brasil llegó nada más empezar el partido. Raphinha logró desarbolar a la defensa coreana, que esperaba en su campo. El jugador del Barcelona regateó al lateral con facilidad, y centró al área para que Vinicius la controlase, y con calma, con el interior de la bota del pie hiciese el disparo al palo largo.

Seguido del primero, llegó el segundo. Esta vez desde los once metros, obra de Neymar que, con calma mirando al portero que trató de ponerle nervioso con sus movimientos, anotó el segundo.

Los de Tite necesitaban poco para hacer gol y así lo demostró Richarlison -que lleva ya tres goles-, marcando el 3-0 tras una triangulación perfecta entre Marquinhos, Thiago Silva y él mismo. El cuarto gol llegó al borde del descanso, en un contragolpe de manual sentenciado por Paqueta tras un buen pase de Vinicius.

Con el 4-0 al descanso, la segunda parte apenas tuvo historia. Un gol de Paik desde fuera del área maquilló el resultado de un duelo en el que Brasil fue superior.

EL MURO LIVAKOVIC

Una vez más, la actual subcampeona del mundo Croacia superó una eliminatoria siendo más certera en la tanda de penatis (1-1, durante 90 minutos; 1-3, en penaltis). En esta ocasión, su guardameta, Dominik Livakovic, que se ha estrenado en una cita mundialista, le detuvo tres de los cuatro lanzamientos a un Japón más inexperto en estas lides.

Tanto el tiempo reglamentario como la prórroga concluyeron con un empate a uno en el que la escuadra nipona consiguió adelantarse en el luminoso casi al borde del descanso a la salida de un corner.

El delantero del Celtic Daizen Maeda fue el más listo para sacar provecho dentro del área balcánica de un balón que no supo defender la zaga croata, en un choque que hasta ese momento había estado bastante equilibrado.

Como tiene por costumbre, a Japón no le hizo falta disponer del balón -tampoco lo necesitó para ganar a Alemania y España- para ponerse por delante, al contrario que una Croacia que sí qusio disponer de la pelota para hilvanar jugadas, aunque llevando peligro en contadas ocasiones.

No obstante, Croacia salió mejor tras el descanso lo que le posibilitó igualar la contienda en el minuto 55 por mediación de un gran cabezazo de Perisic, un resultado que ya no variaría.

Conforme fue avanzando el choque, y aunque se sucedieron alguna que otra ocasión por ambos lados, el miedo a perder se fue adueñando de las dinámicas mutuas dejando el pase a lo que ocurriese desde los once metros, en la primera tanda de penaltis en lo que llevamos de Mundial.

Una suerte que no es tal, como lo demostró Livakovic, que fue una auténtica muralla para unos lanzadores japoneses a los que les faltó determinación y les atenazó la presión de verse en sus primeros cuartos en los momentos cruciales.