Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
CRÍTICA: «HASTA LOS HUESOS»

Crónica amoral por carreteras secundarias

Sorprendente y perturbadora, la nueva película de Luca Guadanigno apuesta por el riesgo con una historia de iniciaciones y búsqueda de identidades en el que la antropofagia ejerce como motor de una road movie reconvertida en huida desesperada y compartida por dos jóvenes que, a bordo de su coche, recorren sin aparente rumbo fijo paisajes que parecen no tener una meta fijada en la trastienda de Estados Unidos.

En su apariencia evidente de road movie, “Hasta los huesos” explora los límites de una relación y una conducta sin caer nunca en la moralina.

No hay motivo, o al menos el director italiano no lo muestra, para juzgar la voracidad de quienes han encontrado en el gusto por el cuerpo humano una complicidad compartida.

El necesario toque gore viene en el propio menú de un proyecto que jamás elude el riesgo y que capta con precisión un terrirorio de penumbras y soledades compartidas de sus jóvenes protagonistas.

El principal reto que cumple la última película del autor de propuestas como “Call Me by Your Name” es que jamás se queda en un insatisfactorio territorio intermedio y ,desde la propia amoralidad del relato, resurge una sorprendente y muy romántica crónica sentimental.

El dúo formado por Taylor Russell y Timothée Chalamet acierta de pleno en unos roles en apariencia incómodos pero suculentos dentro del apartado interpretativo. Otro tanto puede decirse de un Mark Rylance que vuelve a recordarnos lo gran actor que es.

“Hasta los huesos” es una historia de primeros amores colocados en un cruce de caminos social que recorre la trastienda norteamericana del periodo Reagan y a través de sus carreteras secundarias más olvidadas.