Las delegaciones del ELN y del Gobierno de Gustavo Petro valoraron muy positivamente la primera ronda de conversaciones, que dieron por finalizada ayer en una rueda de prensa conjunta en Caracas. México se ha sumado al proceso como país garante y, como tal, acogerá la próxima ronda que comenzará en enero en una fecha aún por precisar.

Entre los acuerdos alcanzados, ambas partes anunciaron acciones humanitarias en varias zonas de los departamentos del Chocó y Cauca. Asimismo, la mesa retomará como guía la agenda acordada en 2016 con el Gobierno de Juan Manuel Santos. Ambas partes resaltaron «el ambiente respetuoso, transparente y cordial, los cual acrecienta la esperanza para una paz integral».

La Iglesia católica y la ONU

se han sumado a este proceso de manera «permanente». En un breve video difundido vía Twitter por el Alto Comisionado para la Paz de Colombia, monseñor Héctor Fabio Henao, quien representará a la Conferencia Episcopal colombiana en la mesa, resaltó que este acompañamiento es «una contribución que la Iglesia hace pensando en el pueblo colombiano, en las regiones más afectadas por la conflictividad y también en la necesidad de dar avance a las transformaciones que se requieren hacia la construcción de la paz y la consolidación de una sociedad reconciliada, en la que haya posibilidad de justicia social».

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también aceptó la invitación para participar en calidad de acompañante permanente. El jefe de la Misión de Verificación de la ONU, Carlos Ruiz Massieu, será el representante.