De alto voltaje. Así se puede definir la final disputada ayer en la Ciudad Jardín de Málaga. Una final que fue una especie de montaña rusa, con un ataque final de las andaluzas cuyo lanzamiento se fue arriba y dio la octava Supercopa a las donostiarras, una de las más sufridas de todas ellas -por no decir la que más-.

Ya desde el inicio del encuentro se vio lo que iba a llegar después. El ritmo frenético con el que jugaron ambos equipos, sumado a la gran actuación de las guardametas Maddi Aalla y Merche Castellanos en ambas porterias, se vio reflejado en el marcador, con la igualdad dominando aunque a trompicones. Eso sí, fueron las andaluzas las que se fueron por delante al descanso, solo por un gol (15-14).

A las donostiarras les costó entrar en el partido. Hasta el minuto 6 las de Imanol Álvarez no estrenaron su casillero y para entonces ya iban 3-1 porque las locales estaban más acertadas. Esme López incluso anotó el 4-1 para las malagueñas. Sin embargo, Paula Arcos, con dos goles seguidos, uno de penalti y otro a la contra, recortó las diferencias hasta el 4-3 y después, gracias a una exclusión local, Bera Bera firmó un parcial de 1-2 (6-5).

Anne Erauskin comenzó el recital de vaselinas -se vieron varias preciosas en este primer tiempo- en el 7-6, pero Silvia Arderius, ex de Bera Bera, puso el 10-8 e Imanol Álvarez solicitó tiempo muerto.

El de Ermua corrigió errores. «No hay que dar goles fáciles», les señaló a sus jugadoras. Y estas respondieron a la perfección. Con Cristina Polonio y Alba Menéndez en la defensa, no permitieron tanta facilidad a las malagueñas y firmaron un parcial de 1-5 para ponerse 11-13 por delante.

A pesar de los goles, las porteras tuvieron su momento, y tanto Merche Castellanos como Maddi Aalla estuvieron estupendas, con siete paradas cada una en la primera parte. En este sentido, cabe mencionar la que realizó la portera de Bera Bera a un fly de las malagueñas. A pesar de ello, las locales se fueron un gol por delante al descanso (15-14).

MÁS ALTO VOLTAJE

Y si la primera parte fue de alto voltaje, la segunda fue eso al cuadrado. Y es que ninguno de los dos equipos se dieron por vencidos en ningún momento.

Maddi Aalla -terminó con 9 paradas- y Merche Castellanos -con 12- siguieron a lo suyo en portería, pero es que incluso Silva, que en la primera parte ya había intentado detener algún penalti, sustituyó a la perfección a la portera titular y sus tres paradas fueron determinantes en el triunfo, porque se sucedieron en los momentos más importantes.

Además, su compatriota brasileña Fernandes estuvo muy acertada de cara a portería. Los empates se dieron en el 16, 17, 18 y 19 (minuto 43), momento este en el que Alba Menéndez fue expulsada por tercera exclusión y el Málaga se puso 22-20. Sin embargo, las guipuzcoanas, en gran medida gracias a la aportación goleadora de la ya mencionada Fernandes, firmaron otro parcial de 0-5 para pasar a dominar 22-25. Después el equipo local llegó a empatar a 25 por mediación de Arderius, pero al instante Gavilán aprovechó que estaba la portería vacía para perforarla y poner el que a la postre fue el 25-26 final, porque las andaluzas no acertaron con su último disparo.