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KIEV

Lluvia de misiles rusos sobre Ucrania, que recibirá un armamento más letal

Una oleada de misiles rusos volvió a golpear ayer a instalaciones de infraestructura crítica en diferentes ciudades de Ucrania. El suministro de electricidad y agua se vio afectado en varias regiones y al menos cinco civiles murieron en Dnipropretrovsk. Mientras tanto, Kiev sigue pidiendo armas más poderosas y sus socios siguen concediéndoselas.

Estelas de misiles rusos sobre el cielo de Kiev.
Estelas de misiles rusos sobre el cielo de Kiev. (Sergei SUPINSKY | AFP)

Desde Bielorrusia, desde el Mar Caspio, desde el Mar Negro, lanzados desde tierra en curso balístico, por buques de guerra, submarinos o por la aviación estratégica, una oleada de misiles golpeó ayer a distintas infraestructuras críticas de Ucrania. Desde Leópolis a Járkov, desde Kiev a Odesa, desde Sumy a Nikolaev, la estela de decenas de misiles se hizo visible sobre el cielo de Ucrania. Miles de personas tuvieron que acudir al metro o a los refugios antiaéreos en busca de seguridad, los cortes de electricidad se multiplicaron por el país y una explosión destruyó un edificio residencial de Dnipropretrovsk.

Al menos cinco personas resultaron muertas y más de 15 heridas, muchas de extrema gravedad, entre ellas varios niños. Los medios ucranianos afirmaron que fue un misil ruso, los medios afines al Kremlin, que fue un misil antiaéreo ucraniano. Sea como fuere, las imágenes del rescate de las víctimas entre los escombros, eran dantescas. Por otra parte, fragmentos de otro misil cayeron en territorio de Moldavia, por tercera vez en lo que llevamos de guerra.

A la espera de conocer, el alcance exacto del masivo ataque de ayer, sus verdaderos objetivos y el número real de víctimas -algo que se esconde a propósito en tiempos de guerra-, las autoridades ucranianas se apresuraron a pedir más armas, más sanciones, a sugerir una escalada del conflicto como única garantía de no repetición de estos ataques contra infraestructura civil.

El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, instó al G7 y a la Unión Europea a «acabar» con la industria rusa de misiles y drones mediante la imposición de sanciones. «Cada oleada de misiles agota aún más las reservas rusas. No obstante, todavía son capaces de producir nuevos. Podemos y debemos acabar con su industria de misiles y drones con un ataque masivo de sanciones», escribió en Twitter, instando a «aplicar sin demora las sanciones propuestas por Ucrania».

Más madera para la guerra

Paralelamente, Volodimir Zelenksi hablaba con el primer ministro británico, Rishi Sunak, que le prometió el envío de tanques y nuevos sistemas de artillería. Coincidieron en la «necesidad de una aceleración del apoyo global militar». En palabras de Sunak, Gran Bretaña, a la vanguardia -con Polonia- de los países europeos como el principal suministrador de ayuda militar, afirma estar trabajando con los socios internacionales para entregar rápidamente el tipo de ayuda que «permitirá a Ucrania tomar ventaja y ganar la guerra».

Polonia también quiere enviar sus tanques, los Leopard de fabricación alemana, pero Alemania debe dar su aprobación. EEUU tampoco ha suministrado hasta ahora sus tanques Abrams, que utilizan la misma munición que el Leopard. Ambos serán necesarios para compensar los números que Ucrania dice necesitar.

El envío de tanques británicos mete más presión a Alemania

Gran Bretaña anunció ayer que enviará a Ucrania una docena de tanques Challenger 2. En sí, no es algo que cambie el curso de la guerra, pero cruza una línea psicológica significativa. Hasta ahora, Alemania se había mostrado reacia a proporcionar a Ucrania sus tanques más modernos, no quería la escalada, solo proporcionaba armas con fines defensivos. Los tanques son otra cosa, claves para las operaciones militares ofensivas, si son apoyados por la artillería, el poderío aéreo y la infantería para apoderarse territorios. Sin ese apoyo, eso sí, pueden resultar blancos fáciles.

Polonia ya confirma que enviará 14 tanques Leopard de fabricación alemana, de los que hay gran cantidad al ser utilizados por varios ejércitos europeos. Sin embargo, Alemania aún debe dar su aprobación para la reexportación a Ucrania. No lo ha hecho hasta ahora, pero cada está más presionada para hacerlo. GARA