El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha decidido no salir del país mientras continúan las investigaciones por los actos golpistas de la semana pasada y ha enviado al Foro Económico de Davos a los ministros de Economía, Fernando Haddad, y de Medio Ambiente, Marina Silva. «A pesar de los últimos acontecimiento terribles en Brasilia, tendremos una fuerte delegación ministerial brasileña, liderada por el ministro de Hacienda», destacó el presidente del Foro de Davos, Borge Brende, quien adelantó que la presencia de Silva servirá para poner de relieve los problemas en la Amazonía.

Por su parte, el Ministerio de Hacienda destacó que tras los hechos violentos en Brasilia, se ha generado un mayor interés por la presencia de Brasil en este foro, en el que tienen intención de mostrar que el frustrado intento de golpe del 8 de enero «ya pasó a la historia» y siguen enfocados en la recuperación económica.

Además de Lula, tampoco acudirá como estaba previsto en un primer momento el vicepresidente, Geraldo Alckmin, quien permanecerá en Brasil apurando los últimos detalles y nombres del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio, que dirige.

Lula tiene previsto retomar su agenda internacional la próxima semana con un primer viaje a Argentina, donde se reunirá el lunes con su homólogo, Alberto Fernández. Ya en febrero, su intención es visitar la Casa Blanca y en abril, Portugal. China es el otro país en el que se espera su llegada en el primer semestre de 2023.

Hombres armados entrenados

Por otra parte, el encargado de la seguridad de Brasilia tras los ataques, Ricardo Cappelli, reveló que las fuerzas de seguridad tuvieron que lidiar con profesionales entrenados entre los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro.

«Gente que tenía nociones tácticas de choque, gente que tenía sus propios equipos para devolver granadas y gente que por poco mata a un policía», señaló Cappelli.

Mientras tanto, las investigaciones continúan y ayer la Policía Federal puso en marcha otro operativo en Río de Janeiro, para detener a varias personas sospechosas de haber financiado y participado en los ataques.