Es difícil describir las emociones que se vivieron anoche en el Buesa Arena, en el triunfo de un Saski Baskonia sobre un tremendo Anadolu Efes en la prórroga, en lo que se convirtió en un homenaje al baloncesto en general y un Pierriá Henry presente en el pabellón en particular. Se rompió la mala racha y se rompió de la forma más apasionante posible, con el corolario de los 33 puntos de Matt Costello y el taponazo final de Darius Thompson sobre Tibor Pleiss.

Ya la primera sorpresa saltaba en la presentación, cuando Pierriá Henry aparecía en el Buesa Arena con una capucha blanca, en el banquillo de los lesionados junto a un ausente Tadas Sedekerskis. Esa inesperada aparición del de Virginia encendió no solo al pabellón, sino al propio Baskonia, con Enoch y Costello saltando a todo vapor y haciéndole la vida imposible a Tibor Pleiss, que no era capaz de defender a los dos interiores gasteiztarras.

No tardaría en replicar Anadolu Efes y aunque la iniciativa del juego siempre correspondía al cuadro gasteiztarra, a los de Ergin Ataman no le dolían prendas el hecho de jugar a intercambiar canastas. Curiosamente, Markus Howard no se estrenó en toda la primera mitad, por lo que cada enceste baskonista hallaba cumplida réplica otomana, al punto de que llegaron a ponerse fugazmente por delante, 24-26, aunque al final Saski Baskonia terminase el cuarto campeando por 29-28.

Ni Howard ni Larkin estuvieron exuberantes en esta primera mitad, al tiempo que Giedraitis y Dani Díez se vaciaban ante Will Clyburn. Todo ello, más la clarividencia de Darius Thompson para encontrar a los interiores sirviói para mantener la iniciativa local.

Sin embargo, tantas son las amenazas del vigente doble campeón de la Euroliga, que se bastaron Ante Zizic y Beaubois para voltear el marcador antes del descanso. Anadolu Efes llegó a irse 43-49 a falta de poco más de un minuto para el descanso, aunque la nueva irrupción de Enoch y Costello arregló parcialmente el desaguisado: 48-51 con el duelo camino de los vestuarios.

LA HORA DE LAS ESTRELLAS

Shane Larkin y Will Clyburn asomaron todo su esplendor para meter el miedo en el cuerpo a la familia baskonista liderando un parcial de 2-9. De golpe, Anadolu Efes se adelantó 50-60 y por un momento parecía que iba a romper el partido.

Pero un resucitado Matt Costello, junto con la labor reboteadora y defensiva del Baskonia -48 a 32 en rebotes-, incluyendo los momentos que por fin encontró Howard la anotación, sirvió para devolver al partido a los de Joan Peñarroya cada vez.

Esa fe fue la clave para evitar que un gran Anadolu Efes rompiera el partido. Y entre errores y aciertos, como el triple final de Daulton Hommes, el duelo llegó a una prórroga inevitable: 93-93. Sabido es que Saski Baskonia ha ganado las dos prórrogas anteriores a este, ante Partizan y Betis, y este viernes no podía ser menos. Costello, firmando quizá el partido de su vida, volteó con tiros libres el partido, hasta el 114-111. Y con el corolario del tapón de Thompson a Pleiss. Un homenaje a Henry.