Mikel INSAUSTI
DONOSTIA
CRÍTICA: «THE OFFERING»

La semilla de la diabla

Será mejor empezar por lo poco que de positivo hay en “The Offering” (2022), primer largometraje en solitario del británico Oliver Park, autor del multipremiado cortometraje terrorífico “Vicious” (2015). Al menos busca una alternativa al abuso en el género de los exorcismos católicos, presentando rituales funerarios judíos, como lo hacía Keith Thomas en “Vigil” (2019), que transcurría durante un velatorio o “shomer” nocturno. Por lo que podrá interesar a amantes del “folk horror”, ya que muestra los usos y costumbres en la comunidad judía ortodoxa de Brooklyn, a través de las prácticas tradicionales de un rabino en una funeraria.

La mitología de la que parte, relativa a Oriente Medio, resulta igualmente original. Hay un cuchillo clavado en el pecho de un cadáver, un anciano que se ha suicidado, y que en su empuñadura lleva inscrito un antiguo texto hebreo, relativo a la figura diabólica de Abyzou, un espíritu maligno femenino que, según conviene al argumento de la película, se lleva a recién nacidos. Se da la circunstancia del regreso del hijo pródigo a la casa familiar, para en teoría hacer las paces con el padre, aunque en realidad quiere que le avale con su negocio funerario por los problemas económicos que le persiguen, a él y a su mujer, que está embarazada. Su marcha se debió a que el padre no aceptaba su casamiento con una “goy” o gentil no perteneciente al pueblo judío.

El pánico se desata cuando el hijo lleva a cabo una mala praxis en el cuerpo del viejo suicida, y no hace otra cosa que liberar a la diabla que lleva dentro. Todo lo que sigue es fácil de intuir, porque el guion es así de previsible, junto con el tópico desempeño de la pareja estelar. La realización es burdamente efectista, con los consabidos recursos del CGI y los “jumpscares”, cuando hubiera bastado con la competente banda sonora de Christopher Young. Eso, y a copiar mal al Polanski de “La semilla del diablo” (1968).