Si Super Amara Bera Bera termina por alzarse con el título liguero -mucho se tendría que torcer si eso no ocurre-, será un triunfo con un mejor sabor de boca tras el punto cosechado en partidos como el de ayer por la noche en Elche (24-24). Las donostiarras tuvieron que sufrir de lo lindo hasta el final debido a la buena defensa de las locales durante todo el encuentro y, a pesar de que fueron ganando en el tramo final y tuvieron un último disparo de Elke Karsten con el tiempo ya cumplido que lo detuvo la barrera ilicitana, el punto se puede dar por bueno.

Y es que el Elche salió a su pista con las cosas muy claras. Se vio que su técnico Joaquín Rocamora había preparado muy bien este encuentro ante el líder de la categoría. Ya en la segunda jugada de ataque de su equipo quitó a la guardameta para situar a siete jugadoras de campo, con dos pivotes, e intentar hacer daño de esta manera.

Además, en defensa las jugadoras locales se exprimieron al máximo, replegándose a las mil maravillas, y no dieron muchas opciones a las donostiarras. A ello hay que añadirle la falta de eficacia de la argentina Karsten en sus lanzamientos, fallando varios de ellos y marcando tan solo un gol en la primera parte, exactamente el que supuso el 0-1.

Sin embargo, en el equipo local, Tessa Cornelia estuvo de dulce en ataque -acabó con 8 goles, 5 en la primera parte- y sostuvo a su equipo a pesar de las embestidas guipuzcoanas para irse 13-13 al descanso.

En la segunda parte, el Elche salió con la misma táctica, pero cometió más errores y Bera Bera los aprovechó para hacer daño en jugadas rápidas. Sin embargo, Cornelia siguió a lo suyo y cada gol se convirtió en un tesoro. Del 21-21 se pasó al 22-24 a falta de menos de cinco minutos, pero las locales empataron, Imanol Álvarez paró el juego y Karsten se la jugó sin éxito.