Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
LAS PAREDES HABLAN

La distancia ancestral entre la pared y quien la pinta

Cumplidos los 90 años, Carlos Saura parece haber encontrado acomodo creativo en los territorios del documental, y lo ha hecho en esta oportunidad recurriendo a la elemental simpleza -y a la par, compleja- curiosidad que mueve a un niño a hacer preguntas.

En esta tesitura, el cineasta aragonés se embarca en una especie de viaje personal e iniciático en torno a las bases del arte pictórico y la relación que se establece entre aquellas primeras pinturas que nos fueron legadas en roca de cuevas y los más cuidados grafitis contemporáneos que engalanan las fachadas de nuestras ciudades. El vínculo entre pared y pintura se expresa a través de las conversaciones que el director mantiene con quienes le han acompañado a lo largo de este fascinante viaje. Entre ellos, Juan Luis Arsuaga, Miquel Barceló y la mirada transgresora del arte en las paredes representada en el grafitero Zeta, la escritora de graffitis Musa y el creador urbano Suso33.

Pasado y presente

La ruta de “Las paredes hablan” asume los casi cuarenta mil años de diferencia que se establecen entre la conexión del que pinta y lo pintado y, a través de su dinámico montaje, el documental nos confirma las muchas y esenciales similitudes que hay entre aquellos primeros y actuales creadores. Ejemplo de ello lo encontramos en las conversaciones de Saura con el experto en Arte Paleolítico Pedro Saura, uno de los autores de la recreación externa de las pinturas de la Cueva de Altamira, y Juan Luis Arsuaga, director Científico del Museo de la Evolución Humana y Codirector de las Excavaciones Arqueológicas de Atapuerca. Otro elemento destacado lo encontramos en el mensaje e intención del creador ante el mundo exterior.