Mikel INSAUSTI
EL PILOTO

Aterrizaje forzoso en zona de conflicto

Buen cine de acción, prueba una vez más del talento para el género de Jean-François Richet, que sabe sacar adelante producciones de bajo coste, rozando la serie B, con una alta rentabilidad en la taquilla. Es su tercer rodaje anglosajón tras “Asalto al distriro 13” (2005) y “Blood Father” (2016), apoyándose de nuevo en un casting poco conocido, y apenas un nombre a destacar como cabeza de cartel. Le basta y le sobra, ya que reparte muy bien los roles principales, dejando de fondo al pasaje del vuelo representado por la consabida arquetípica tipología de cualquier película de castástrofes al uso. El héroe central es un Gerard Butler totalmente válido para el survival, que además de pilotar el avión en un aterrizaje forzoso, demostrará su capacidad para liderar al grupo superviviente en medio de una zona de conflicto.

Sería injusto decir que el actor escocés lo resuelve todo solo, porque forma pareja como en una “buddy movie” con el afroamericano Mike Colter, ejerciendo de convicto supuestamente peligroso que, llegado el momento, colaborará para hacer frente a una amenaza armada. No cuentan con mucho más apoyo, apenas un copiloto (Yoson An), una azafata (Daniella Pineda) y el responsable de la torre de control (Tony Goldwynn). El resto lo conforma ese pasaje susceptible de ser tomado como rehenes por la guerrilla filipina que ocupa la isla, sin conexión con el exterior, donde han ido a caer.

Aunque es cierto que los videoclubs desaparecieron, sigue existiendo un público que demanda el tipo de películas que allí se alquilaban, y que ahora se reparten entre los cines y las plataformas. “El piloto’’ (2023) podría ser perfectamente una de ellas, ya que asegura el entretenimiento de principio a fin, con un sentido de la acción que no descuida el perfil de los personajes, en los que se deja adivinar o intuir su particular drama.