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WASHIGTON

EEUU baraja ahora el carácter comercial o científico de los objetos derribados

Tras varias jornadas señalando a maniobras de espionaje en su contra, Estados Unidos ha reconocido que los objetos derribados en su espacio aéreo pueden tener objetivos científicos (como señaló China) o incluso comerciales. Washington deja también de apuntar directamente a la superpotencia asiática.

La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. (Mandel NGAN | AFP)

El Gobierno de Estados Unidos está barajando la posibilidad de que los últimos tres objetos derribados sobre su espacio aéreo pertenezcan al ámbito comercial o científico, según reconoció ayer, dejando la hipótesis de su procedencia china en un segundo plano.

La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, detalló a los medios de comunicación que los servicios de Inteligencia están considerando como explicación que los objetos identificados en el espacio aéreo estadounidense estén vinculados a entidades comerciales o de investigación, y que sean de naturaleza benigna.

«Es algo que la comunidad de Inteligencia está investigando», afirmó Jean-Pierre, subrayando la importancia de conseguir recuperar los restos de los objetos para analizarlos -una actividad difícil en los últimos días, ya que algunos de los objetos habrían caído en zonas de difícil acceso, según la portavoz-.

Anteriormente, el portavoz de Seguridad Nacional de la Presidencia estadounidense, John Kirby, había desvinculado en un principio a China de los últimos tres objetivos, a falta, eso sí, de analizar los restos de los artefactos. «No se puede decir de manera definitiva» aclaró, para reiterar la importancia de encontrar los restos.

De estas pesquisas depende determinar el origen de los objetos y su cometido, ya que Washington sí que identificó como chino un primero de los globo derribado sobre el océano Atlántico tras cruzar todo el continente. Pekín confirmó que era suyo, pero alegó que solo tenía fines científicos y no de espionaje.

La cuestión había sido fuente de conflicto en los últimos días entre las dos superpotencias, en un contexto en el que el Ejecutivo de China también devolvió acusaciones similares a Estados Unidos al asegurar que globos estadounidenses han violado en más de una decena de ocasiones en el último año el espacio aéreo del gigante asiático, un extremo que las autoridades norteamericanas han negado de plano.