El Consejo de Seguridad de la ONU retiró ayer, en el último momento, una resolución que condenaba específicamente las colonias israelíes en Cisjordania, sustituyéndola por una declaración descafeinada.

La resolución había sido promovida por Emiratos Árabes Unidos, y parecía que incluso Estados Unidos, el mayor aliado de Israel, no la vetaría, como sucedió en 2016, cuando se abstuvo ante la resolución 2334 que pedía congelar todos los asentamientos.

En su lugar, la presidencia del Consejo leyó una declaración en nombre de todos los miembros en el que reiteraban su «profunda preocupación» por el anuncio del Gobierno israelí de este mismo mes de legalizar nueve asentamientos y construir cerca de 10.000 nuevas viviendas para judíos en territorio palestino.

La declaración del máximo órgano de la ONU no es vinculante como sí lo sería una resolución, que se evitó por la aceptación de la Autoridad Palestina de un acuerdo con Israel mediado por Washington.

Los miembros del Consejo «nos oponemos rotundamente a toda medida unilateral que obstaculiza la paz», señala la declaración, que menciona los asentamientos, la demolición de viviendas palestinas, la confiscación de sus tierras y el desplazamiento de sus civiles. Sin embargo, no exige a Israel retractarse de ninguna de esas medidas ni las condena específicamente. Además, y como suele ser habitual, añade varias referencias a «los ataques contra civiles» y a «las actividades terroristas», así como critica la «glorificación del terrorismo», en un intento de mostrar equidistancia y repartir las culpas entre ocupantes y ocupados.

Acuerdo ANP-Israel

Organizaciones de la sociedad civil e instituciones palestinas condenaron que la Autoridad Palestina (ANP) cediera a la presión estadounidense. La ANP se compromete a no emprender ninguna acción contra Israel en Naciones Unidas o en otro organismo internacional como la Corte Internacional de Justicia, el Tribunal Penal Internacional y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU hasta agosto.

A cambio, Israel aplazaría la construcción de nuevas colonias y las demoliciones de viviendas palestinas construidas «sin permiso» israelí en Cisjordania, y limitaría las operaciones militares.

Con todo, Israel rechazó la declaración afirmando que «niega los derechos de los judíos» a vivir en su «patria histórica», en referencia a toda Palestina, y criticó que ignora los «ataques terroristas».

Reproches de Moscú a Washington por el bloqueo

La embajadora de EEUU ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, especificó su rechazo a las colonias pese a la histórica tolerancia de Washington. «Nos oponemos al anuncio de impulsar miles de asentamientos (...) no contribuye a una solución», dijo.

Por su parte, el embajador ruso, Vasili Nebenzia, acusó a EEUU de bloquear la resolución, y advirtió contra la política de Washington de «cambiar la paz política por la paz económica», en referencia a los acuerdos entre Israel y varios Estados árabes.GARA