EDITORIALA

Dinámica positiva del euskara en Nafarroa

El Gobierno de Nafarroa dio a conocer ayer las principales conclusiones de la VII encuesta sociolingüística. Entre ellas destaca que casi una cuarta parte de la población (el 24,7%) tiene algún conocimiento de euskara, lo domina o sabe algo, y una de cada ocho personas lo utiliza diariamente. Se constata, así, que tanto el conocimiento como el uso del euskara han seguido una trayectoria ascendente durante los últimos treinta años. Por otro lado, en cuanto a la actitud hacia el euskara, los resultados del sondeo señalan que el 30% de la población es favorable a su promoción, casi 9 puntos más que hace treinta años, pero casi ocho puntos menos que hace 10 años.

Los datos tienen un indudable aspecto positivo, ya que reflejan un lento pero constante aumento del conocimiento y del uso del euskara entre la población de Nafarroa, algo imprescindible para que una lengua minorizada continúe viva. En ese sentido, es especialmente relevante el incremento que constatan entre la juventud. La encuesta confirma que también crece el conocimiento y el uso en la zona euskaldun y mixta, mientras sigue manteniendo un peso muy pequeño en la zona no euskaldun. Las cifras vuelven a evidenciar que la zonificación establecida por ley en Nafarroa para lo único que sirve es para frenar la normalización en el uso del euskara en todo el herrialde. Entre los aspectos negativos, sin embargo, destaca ese descenso en la disposición hacia la promoción del euskara que apunta una cierta relajación social. Una actitud que, en cierto modo, condiciona el futuro del euskara, toda vez que el impulso social es imprescindible para la normalización. Especialmente preocupante es que el descenso se dé entre los más jóvenes, que son los que certifican un mayor conocimiento y uso, lo que tal vez haya podido llevarles a considerar que la promoción ya no es tan necesaria.

A falta de conocer los datos para el conjunto de Euskal Herria, la encuesta sociolingüística constata que, a pesar de las trabas, el conocimiento y el uso del euskara continúa extendiéndose en Nafarroa. Una buena noticia que no debería obviar la obligada reflexión sobre las debilidades detectadas.