Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
CRÍTICA: «GUARDIANES DE LA NOCHE: RUMBO A LA ALDEA DE LOS HERREROS»

Entre demonios y katanas afiladas

En realidad, “Guardianes de la noche: Rumbo a la aldea de los herreros” no es en sí misma una película, sino la suma de dos arcos argumentales de la conocida serie anime homónima. La primera parte se compone de los capítulos 9 y 10, titulados “¡No me rendiré!” y “Aunque nos reencarnemos” y que en su suma se titula “Barrio del placer”. La segunda parte consta de un primer capítulo que da título al filme en su totalidad, “Rumbo a la aldea de los herreros”.

La película jamás oculta lo que es y se presenta de manera clara como una sucesión de capítulos que permiten al espectador ser partícipe de una aproximación al imaginario creado por la autora del manga original, Koyoharu Gotōge, la cual creó en 2016 esta saga que ya ha concluído y que tiene como protagonistas a los hermanos Tanjirō y Nezuko Kamado. Ambos, apoyados por sus aliados Inosuke Hashibira, Zenitsu Agatsuma y Giyū Tomioka, se enfrentan a las malvadas fuerzas de Muzan Kibutzuji.

Preparada para ser disfrutada en una gran pantalla, “Guardianes de la noche: Rumbo a la aldea de los herreros” es un pequeño muestrario de las claves que conlleva la cruzada personal de sus protagonistas a través de un vibrante show de imágenes vibrantes y duelos imposibles que tiene como objetivo sacar el mayor rédito a una franquicia que ha dado resultados millonarios en sus ventas y que con este pequeño escaparate, quiere brindar la posibilidad a su legión de seguidores de disfrutarla en un formato de pantalla grande y en resolución 4K. No obstante, quienes nos acercamos por primera vez a este submundo fantástico e inspirado en los resortes caprichosos de la venganza, y habitado por criaturas demoníacas y katanas muy afiladas, nos perdemos entre una dialéctica creada a partir de la saga de mangas.