Saski Baskonia afrontó el derbi frente a Surne Bilbao Basket casi sin «cuatros» por las ausencias de Daulton Hommes y Dani Díez. Pero por momentos casi pudo imponerse no ya sin «cuatros», sino «con cuatro», porque la diferencia entre uno y otro equipo quedó demasiado a la vista, sobre todo por la falta de defensa en el bando vizcaino, que más que nunca echó de menos a Jeff Withey, aparte de que jugaron sin ninguna convicción en sus posibilidades.

A pesar de los drásticos cambios en el quinteto titular que practicó Joan Peñarroya, poco le faltó al Baskonia para tomar la delantera. En cierto sentido, meter en dinámica de acierto a Markus Howard fue el primer objetivo gasteiztarra, mientras que Bilbao Basket intentaba castigar la debilidad defensiva de los Heidegger y el propio Howard. En el intercambio de golpes,, Saski Baskonia tomó la iniciativa con facilidad.

La mala defensa que permitía al Baskonia seguir abriendo brecha, destacando un reverso a toda velocidad de Costello que dejó al bueno de Tsalmpouris con el molde mientras su par ha terminado con mate. Ante las ausencias de Hommes por precaución y Dani Díez por sanción, Peñarroya se permitía el lujo de poner a Giedraitis como falso cuatro, pero eso no le supuso mayor dolor ante un Bilbao Basket demasiado empeñado en el triple, pero con muy poco acierto.

ARROLLADOR

Un acierto que el cuadro gasteiztarra encontró en el segundo tramo camino del descanso. Sendos lanzamientos certeros de Giedraitis y Max Heidegger dispararon de forma definitiva la ventaja local, obligando a Jaume Ponsarnau a apagar un incendio serio, ya que el luminoso se disparaba hasta el 41-25 y con muy pocos visos de revertirse. Y visto lo visto, con 51-27 al descanso, los augurios se cumplieron al dedillo, con Markus Howard gustándose por primera vez en bastante tiempo -15 tantos al descanso para 20 en total-.

Pero es que al descanso Saski Baskonia firmaba un 17 de 29 en tiros de campo -7 de 12 en triples-, más un 10 de 11 en tiros libres, por un 12 de 35 de los hombres de negro -2 de 15 desde más allá del arco- y un solo tiro libre lanzado. ¿Con semejante disparidad estadística, hay otra manera de calificar este derbi que un entrenamiento con público?

OTRA IMAGEN

Fruto de la relajación gasteiztarra, Bilbao Basket tuvo sus minutos de gloria a lo largo del tercer cuarto, sobre todo cuando encadenó un parcial de 5-15. Hasta Adam Smith y Tsalmpouris encadenaron un par de triples.

No solo es que no saltara ninguna alarma en el Buesa Arena, es que los gasteiztarras acabaron ganando este tercer cuarto, en unos minutos finales de cierto despropósito arbitral y con anotación de Costello y Vanja Marinkovic para redondear el cuarto con 78-52 en el luminoso.

Los diez minutos restantes fueron a beneficio de inventario, pero al menos sirvió para que Francis Alonso engordara sus estadísticas hasta completar una actuación aceptable y, sobre todo, la canasta triple de Savkov y un potente mate de Raieste, jugadas que el Buesa Arena festejaba por todo lo alto a modo de un fin de fiesta que debe servir de impulso de cara al doble partido de Euroliga de la semana que viene. Por el mismo precio, Bilbao Basket tiene muchos deberes defensivos que hacer de cara a lo que resta de Liga ACB para poder ganar los partidos que le garanticen el asegurarse una plaza entre los 16 mejores.