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PRIMER PRESIDENTE DE EEUU PROCESADO

Trump, imputado, se declara «no culpable»

Donald Trump se convirtió ayer en el primer presidente de Estados Unidos procesado. Trump se declaró no culpable de los 34 cargos que se leyeron en su contra en Nueva York y quedó en libertad bajo fianza en una jornada histórica que el ex inquilino de la Casa Blanca definió como «día trágico para nuestra República».

A la izquierda, el expresidente de EEUU, Donald Trump, sentado ante el tribunal para escuchar la treintena de cargos que se le imputan. A la derecha, partidarios y detractores, en el exterior del tribunal de Manhattan.
A la izquierda, el expresidente de EEUU, Donald Trump, sentado ante el tribunal para escuchar la treintena de cargos que se le imputan. A la derecha, partidarios y detractores, en el exterior del tribunal de Manhattan. (Andrew KELLY-Angela WEISS | AFP)

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump se declaró ayer no culpable de los 34 cargos que se le imputaron en la sala del tribunal de la Corte Penal de Manhattan. Se le acusa de falsificar documentos financieros, con motivo del pago secreto a una actriz porno durante la campaña de 2016.

Donald Trump llegó a la Corte de Manhattan a las 13.30 hora de Nueva York (19.30 en Euskal Herria). Tanto el trayecto desde la Torre Trump hasta la Corte Penal de Manhattan, a casi 10 kilómetros de distancia, como la entrada y salida del juzgado fueron meticulosamente preparados y coordinados por los distintos cuerpos policiales de Nueva York y el servicio secreto de EEUU. Quince minutos después, se convertía en el primer presidente estadounidense bajo arresto.

Como cualquier otro imputado, Trump fue procesado por funcionarios al entrar en el juzgado y se le tomaron las huellas, pero no fue esposado.

Seguidamente, ingresó en la sala del tribunal para que se le leyeran las acusaciones por 34 delitos graves (felony, en inglés), y declararse, tal y como había anunciado, no culpable.

El juez limitó la presencia mediática en la sala a cinco fotógrafos, que tomaron la foto histórica del expresidente escuchando las acusaciones rodeado de su equipo legal.

Semanas antes de las elecciones de 2016, Michael Cohen, abogado y fixer de Trump pagó 130.000 dólares a la actriz Stormy Daniels por su silencio sobre un encuentro sexual ocurrido diez años antes. No es ilegal pagar a alguien por un acuerdo de confidencialidad.

El problema está en falsificar los registros para constar como un abono por honorarios legales. Además, al realizarse en vísperas de las elecciones, también podría haber infringido las leyes de financiación electoral.

Dos horas después de entrar, a las 15.30, Trump abandonaba el Tribunal sin hacer declaraciones ni responder a las preguntas de los periodistas, y una caravana de coches volvía a cruzar Manhattan.

Máxima expectación

La expectación fue máxima durante toda la mañana, con cientos de reporteros trabajando frente al juzgado, y varias televisiones emitiendo en directo durante horas.

Aunque se rumoreó que podría hablar a la entrada de la sede judicial, Trump no hizo declaraciones. Antes había difundido un mensaje desde la Torre Trump. El expresidente envió a las 10.15 «mi último email antes de mi arresto» en el que denunciaba que ayer era «un día trágico para nuestra República» y mostraba su temor de que los Estados Unidos se conviertan en un «en país marxista del Tercer Mundo».

Poco después, se expresó en su red social criticando el lugar elegido para su comparecencia y al propio magistrado Juan Manuel Merchán, «un juez, muy parcial, y su familia, son conocidos por odiar a Trump. Fue un desastre injusto en un caso previo, un juicio de caza de brujas».

A media mañana se empezaron a ver viseras rojas y otros mensajes “MAGA” (“Que EEUU vuelva a ser grande”, lema de Trump) en los alrededores del juzgado.

La congresista ultraderechista Marjorie Taylor Greene y otros líderes extremistas fueron apareciendo. Tampoco faltaron manifestantes anti-Trump. Entre gritos y pitos, la congresista apenas pudo hacerse escuchar para resaltar la gravedad de se impute por primera vez a un presidente en la historia de EEUU.

«Nunca ha sucedido algo así en Estados Unidos y todos los estadounidenses deberían estar preocupados», gritó Greene con un megáfono. Aunque hubo algún momento de tensión, destacó más la excentricidad de algunos de los manifestantes.

Mientras tanto, en la rueda de prensa diaria en la Casa Blanca, la Administración Biden se ajustó a la línea oficial de no hacer comentarios acerca del proceso. «Es un caso en curso y no vamos a hacer ningún comentario» , manifestó la portavoz del Gobierno Karine Jean-Pierre.

El presidente, Joe Biden, optó por ofrecer la misma respuesta en un acto celebrado en Washington.