Kerman Lejarraga dio por finalizada ayer al mediodía su carrera como profesional de boxeo. Han sido diez años en los que tocó su techo en 2018 y 2021 al proclamarse campeón de Europa en dos pesos diferentes. Asimismo, anunciaba que a partir de ahora ejercerá de promotor. En un mensaje en euskera y castellano, el de Morga explicaba que quedarse sin rival para la velada programada en Madrid ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Lejarraga cuelga los guantes a los 31 años y se baja del ring con un gran palmarés a sus espaldas. Apodado como “El Revólver” de Morga, ha logrado 34 triunfos, 26 de ellos por KO y tan solo ha cosechado tres derrotas.

CAER Y LEVANTARSE

Dos de los combates perdidos llegaron en 2019 al cruzarse con David Avanesyan. El ruso de origen armenio demostró que estaba en otra liga y le noqueó en dos ocasiones, además de arrebatarle el cinturón europeo del peso wélter.

Fue un duro golpe, pero se levantó. Decidió ascender al peso súper wélter por los problemas que había tenido en la preparación. Paso a paso fue subiendo en los ránkings con victorias en distintos combates por la península ibérica. Al no estar satisfecho por cómo se estaba desarrollando su carrera, rompió con la promotora MGZ y su entrenador Txutxi del Valle.

Volvió a rehacerse al estar arropado por grandes amigos como Ibon Larrinaga. Con el de Romo de entrenador alcanzó de nuevo la gloria conquistando el campeonato de Europa en Barcelona contra el francés Dylan Charrat en 2021. También noquearía a su siguiente rival en una pelea en Bilbo con la promotora Matchroom de Eddie Hearn.

El último combate perdido, y a la postre su despedida, fue en mayo del año pasado en Miribilla ante el inglés James Metcalf. Se preparó a conciencia en Las Vegas. Sin embargo, en una decisión rigurosa los jueces le dieron la victoria a su rival. Supuso un fuerte varapalo para sus aspiraciones a pelear por el Mundial. No se rindió y trató de enderezar el rumbo en La Casilla, en el mítico recinto bilbaino en el que debutó en 2013 y rubricó sus primeras gestas.

LESIÓN Y AGUR

Estuvo entrenando en Inglatera con púgiles de élite, pero tuvo que suspender el combate previsto para noviembre por una lesión en la mano. Tampoco podrá resarcirse a finales de abril en Madrid. Lejarraga no se subirá al ring porque reconocía que no está al 100% y no puede darlo todo.

La pegada que tenía y su personalidad nunca se olvidarán. Ese carácter aguerrido, luchador y, sobre todo, humilde. Es su legado. Transmitía pasión y conseguía reunir a miles de personas en sus peleas. Su conexión con el público le hacía especial. Tenía carisma.

Se va uno de los deportistas vascos que más admiración ha despertado en los últimos tiempos. Ojalá exista la posibilidad de que algún día pueda despedirse de otra manera. Hincha acérrimo del Athletic, le ha faltado completar el círculo con ese mítico duelo en San Mamés con el que soñaba. El conjunto rojiblanco no tardó en mostrarle su apoyo y agradecimiento por lucir los colores del Athletic en sus combates.