Con tan solo 48 horas de margen, Osasuna vuelve a afrontar otro nuevo compromiso liguero, esta vez frente a un necesitado Cádiz -Nuevo Mirandilla, 19.30, DAZN-, en cuyo estadio últimamente sufre y mucho contra los rojillos.

Ubicado en una octava plaza que podría darle derecho a disputar competición europea caso de que la UEFA sancionase al Barcelona, el cuadro navarro no quiere perder la estela de la Liga, pese a que esté con ojo y medio en la final copera del próximo 6 de mayo.

Todo el mundo es consciente de la enorme complicación que supone conseguir el billete continental ganando al Real Madrid en dicho partido y, por ello, plantilla y cuerpo técnico no quieren descolgarse de la competición de la regularidad, manteniendo intactas sus opciones.

No es algo sencillo, teniendo en cuenta que ahora mismo el preparador rojillo, Jagoba Arrasate, tiene entre algodones a futbolistas esenciales en su once, como es el caso de Lucas Torró y Chimy Ávila, lo que limita las rotaciones.

Sin embargo, el de Berriatua está obligado a realizarlas, como avanzó en la previa. «Hay que tener en cuenta de dónde venimos. Hemos jugado el sábado y no han pasado ni 48 horas. Los que jugaron no han podido entrenar todavía y ahora tenemos que manejar un poco ese cansancio, fatiga y riesgo de lesión, conjugando esto con esa frescura que nos va a dar opciones de sacar un buen resultado», señaló.

IDILIO

Y es que Osasuna desea prolongar el idilio con el estadio cadista, donde lleva sin perder desde septiembre de 2017, única sombra en las últimas ocho visitas, en las que los rojillos acumulan seis victorias y un empate. Enfrente se va a encontrar con un rival muy necesitado, que está a solo dos puntos del descenso y que viene de empatar en el feudo del Espanyol, un adversario directo en la lucha por la permanencia.

Como recordó Arrasate, los de Sergio González lo estaban haciendo bien ante su parroquia hasta mediados de marzo. Desde entonces, han empatado con el Getafe (2-2) y perdido frente a Sevilla y Real Madrid por idéntico resultado, 0-2. Hasta ese momento, el Cádiz llevaba «unos números buenísimos en casa» y que, pese a encontrarse al filo de la navaja, ve «tranquilo y bien» a su próximo oponente, un conjunto «que sabe manejarse en esa situación».

El vizcaino dejó caer que será necesario «meter esa frescura para ser competitivos». Incluso los dos Iker del filial, Muñoz y Benito, pueden disponer de una oportunidad. Resaltó que «tenemos un grupo muy hones- to. Es un equipo que quiere más, que los años anteriores ya lo ha demostrado, y queremos mantenernos en esas posiciones altas».