Al Athletic se le escapó anoche la oportunidad para acceder al sexto puesto que asegura la clasificación europea. El conjunto rojiblanco sigue dependiendo de sí mismo a falta de siete jornadas y deberá levantarse después de un resbalón inoportuno. El Betis se queda a tres puntos y el Villarreal se ha alejado a cuatro. La impericia en ataque y un error garrafal de Yeray en el descuento condenó al equipo. El central se lió, derribó a Ocampos y el argentino no perdonó de penalti. Volvió a faltar el gol. Octavo partido en San Mamés sin marcar.

La afición del Athletic protestó por los horarios en los primeros minutos del choque. Además de cánticos contra Javier Tebas -presidente de la Liga-, Iñigo Cabacas Herri Harmaila colocó una pancarta en el fondo norte con el lema en euskera «langileok sortua, zuek lapurtua! Zaletuon pasioa errespetatu!».

San Mamés respondió con una buena entrada -casi 43.000 espectadores- e impulsó al equipo desde el arranque. Valverde optó por el once tipo de los últimos partidos con los hermanos Williams en las bandas, Guruzeta en punta y Sancet de enganche. Ander Herrera repitió de titular y entraron Dani García y Vivian por las bajas de Vesga e Iñigo Martínez.

En el Sevilla, Mendilibar realizó rotaciones. Siete cambios con respecto al último duelo. Los rojiblancos trataron de imprimir un ritmo alto desde el inicio y para el primer cuarto de hora ya habían conseguido dos goles. Sin embargo, la intervención del VAR anuló los tantos de Nico Williams y Guruzeta por fuera de juego. Los atacantes rojiblancos no estuvieron atentos para evitar caer en posiciones antireglamentarias.

El Athletic dominaba y llegaba con asiduidad al área con un Nico Williams muy participativo. El Sevilla, en cambio, apenas cruzó a campo rival y Mendilibar realizó cuatro cambios antes de cumplirse la primera hora de juego. Una pérdida de Vivian, que resolvió el propio central interceptando a Bryan Gil, fue la acción más peligrosa de los andaluces.

Valverde también movió el banquillo metiendo a Berenguer y Raúl García, pero no hubo opciones de marcar. El desequilibrió llegó tras un resbalón de Yeray en la salida de balón. El árbitro pitó penalti y Ocampos no perdonó en el único disparo a puerta. Además, Sancet vio una amarilla que le impedirá jugar en Mallorca el lunes.