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BELGRADO

Serbia lanza un plan de desarme en el país tras la segunda matanza en dos días

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, anunció un plan para retirar cientos de miles de armas en manos de particulares. «Haremos un desarme casi completo de Serbia», sostuvo Vucic en una alocución tras el tiroteo en el que un hombre mató a ocho personas e hirió a catorce en la madrugada del jueves, dos días después de otra masacre en un colegio.

Tras la primera matanza, el presidente ya había propuesto una moratoria de dos años en la emisión de permisos para armas de fuego y un mayor control a los propietarios, incluidos los cazadores, con exámenes médicos y psicológicos más frecuentes y obligatorios.

El propósito del plan del Gobierno es reducir en un 90%, de 400.000 a 40.000, el número de personas que actualmente tienen permiso de armas, aumentar controles y endurecer los castigos por la posesión ilegal de armas y explosivos.

El acusado del segundo tiroteo tenía un arsenal en su casa, según el Ministerio del Interior, que señaló que el registro se hallaron una carabina con óptica, un fusil automático sin número de serie, una pistola, dos silenciadores, un cuchillo de caza, cuatro granadas de mano y abundante munición de distintos tipos.

OCHO MUERTOS Y CATORCE HERIDOS

El atacante, un hombre de 21 años, primero mató a cinco personas e hirió a seis en las calles de Mladenovac, una aldea, a unos 60 kilómetros de Belgrado, y luego se desplazó a otra localidad, donde disparó mortalmente a otras tres e hirió a ocho.

Dos de los heridos se encontraban muy graves y su vida corría peligro al cierre de esta edición.

Después, obligó a un taxista a llevarle a un pueblo a unos 140 kilómetros de Belgrado, donde fue arrestado tras una enorme despliegue en el que participaron más de 600 policías de unidades especiales y varios helicópteros.

Se desconocen los motivos del atacante, un hombre que, según Vucic, repetía la palabra «menosprecio» mientras disparaba a sus víctimas en plena calle.,

Esta agresión ocurrió dos días después de que un chico de 13 años matase en un colegio de Belgrado a ocho de sus compañeros y a un guardia de seguridad, e hiriera a una profesora y seis alumnos.

El niño cometió el crimen con una pistola propiedad de su padre, que tenía licencia para el arma, y al que el menor solía acompañar a prácticas de tiro.

Hasta ahora, los tiroteos masivos han sido raros en Serbia pero la gran cantidad de armas en manos de particulares ha elevado la alarma. Al día siguiente del crimen de Belgrado varios niños imitaron al atacante en otros centros escolares llevando armas o réplicas, o listas de posibles víctimas.