¿Qué balance hace de la gestión que realizada por EH Bildu en los últimos cuatro años en el Parlamento navarro?

Ha sido mi primera legislatura en el Parlamento de Navarra. En términos generales, estamos muy contentos. En definitiva, hemos cotribuido a hacer más grande la brecha entre Navarra Suma y PSN, lo que es indispensable para seguir avanzando, y porque hemos sido capaces de llegar a acuerdos entre diferentes y de incidir en todos los presupuestos en la medida que hemos podido, y concluyendo siempre en una ampliación de derechos para la ciudadanía navarra.

En relación a los presupuestos, han defendido que gracias a su apoyo se han tomado medidas de carácter social.

Efectivamente. Siempre que se han alcanzado acuerdos con EH Bildu se han ampliado derechos y se han fortalecido servicios públicos. Hemos realizado aportaciones importantes en el ámbito de la salud y de los derechos sociales. En política lingüística hemos hecho que no se retrocediera tanto. Siempre que ha habido la tentación y se ha pactado con la derecha, que en esta legislatura ha ocurrido con la Ley de Símbolos, en torno al Convenio Económico y con el PAI, se ha retrocedido en derechos.

¿La base social de EH Bildu ha entendido que se hayan alcanzado estos acuerdos con el PSN?.

Creo que la gente ha visto y ha percibido el trabajo que llevamos haciendo estos últimos años. Y creo que lo pone en valor y va a ser un motivo por el que se renueve la confianza que se ha depositado en EH Bildu. Sin contradicciones, no se avanza. Y las contradicciones hay que gestionarlas y son positivas. En EH Bildu las decisiones que se toman siempre se han adoptado de forma mancomunada. De hecho, los debates constructivos nos ayudan a ser más fuertes y más grandes.

¿Con qué perspectivas concurren a estas elecciones?

Las perspectivas son buenas. Somos optimistas, porque la gente pone en valor el trabajo que hemos estado haciendo a lo largo de la legislatura porque ha revertido directamente en la ciudadanía. Vamos con la tarea muy hecha y los deberes muy adelantados a estas elecciones. Por ello, pensamos que vamos a tener un papel más importante después del 28 de mayo.

¿Esperan, por tanto, crecer en votos y en representación en el Parlamento navarro?

Esperamos tener más representación en más ayuntamientos y esperamos estar más fuertes en el Parlamento de Navarra. Con esa intención vamos. Hay que recordar que somos la primera fuerza municipalista en Navarra y estamos seguras de que después del 28 de mayo vamos a seguir siéndolo. Además, estamos segurdas de que en ayuntamientos donde hoy gobierna la derecha vamos a tener un papel decisivo para que esto cambie.

Esta mayor fuerza debería reflejarse en una mayor capacidad negociadora.

Nosotras trabajamos en base a contenidos y en base a nuestras prioridades, que son ampliar y garantizar derechos, avanzar en el autogobierno, fortalecer los servicios públicos y afrontar una transición ecológica y energética sin más dilación y con toda la ambición del mundo. Más allá de todo esto, después del 28 de mayo vamos a ver en qué posición nos deja la ciudadanía navarra. En base a eso, hablaremos largo y tendido, porque será necesario hablar. Para nosotras, lo fundamental es avanzar en nuestras prioridades y entrar en una nueva fase en la que la derecha no pueda condicionar las políticas.

En la presentación de su candidatura señaló que no era suficiente con cerrar el paso a la derecha y que había que profundizar en un cambio con contenido.

Estamos asistiendo a un debilitamiento innegable de los servicios públicos en Navarra. En la Sanidad tenemos problemas muy graves que hay que afrontar de formar urgente. También la Educación. El fortalecimiento de los servicios públicos es indispensable y la garantía de todos los derechos a toda la ciudadanía navarra independientemente de la zona en la que vivan. Y cómo no, garantizar también los derechos a toda la ciudadanía independientemente de donde vivan. En materia de autogobierno hemos visto muy poca ambición, creo que es un reto para la próxima legislatura dar pasos para avanzar en este ámbito para poder tomar nuestras propias decisiones sobre todo lo que nos afecta aquí, en Navarra.

El tema de la vivienda está en la agenda política. Tras la aprobación de la Ley de Vivienda en Madrid, ¿qué perspectivas se abren en Nafarroa?

Estamos muy contentas del acuerdo que se ha alcanzado con la Ley de Vivienda del Estado. Hasta ahora, la inseguridad jurídica había servido de excusa en muchas ocasiones para no limitar de una vez los precios de los alquileres, que están desorbitados. Nuestras jóvenes no pueden independizarse porque no pueden acceder a una vivienda. Hasta ahora había sido una excusa, pero con este paraguas jurídico que nos ofrece esta nueva ley en el Estado es el momento en el que desarrollemos en Navarra nuestra propia ley, que está muy avanzados. Y es ahora cuando vamos a pedir valentía al Gobierno de Navarra y a todos los ayuntamientos porque, por fin, se va a poder intervenir en el mercado del alquiler. Otros no quieren hacerlo y utilizan excusas de todo tipo, porque, en el fondo, no tienen interés en hacer de la vivienda un derecho garantizado a toda la ciudadanía y desvían el debate hacia otros derroteros. Pera la cuestión es que ahora hace falta valentía y voluntad política si de verdad queremos que la vivienda sea un bien garantizado.

Una de las cuestiones que no se han abordado en esta legislatura ha sido una reforma en profundidad del modelo fiscal. ¿Es una de las prioridades de EH Bildu teniendo en cuenta que la coyuntura económica está marcada por la inestabilidad?

Hay una incertidumbre muy importante que no se va a resolver en el medio plazo. Todas las políticas monetarias que se están llevando a cabo en Europa no están siendo capaces de controlar una inflación desbocada que parece que se va a quedar de forma estructural. Junto a las subidas de los tipos de interés, están haciendo que cada vez seamos más pobres. La clase trabajadora nos estamos empobreciendo. Es alarmente que en Navarra más de 95.000 personas estén en riesgo de pobreza y de exclusión. Más de 95.000 personas son cuatro Sadares llenos. Ante esto, son más necesarias que nunca políticas fiscales equitativas, justas y ambiciosas. Estamos viendo cómo mientras Iberdrola aumenta sus beneficios un 40% y el BBVA lo hace un 39% en el primer trimestre del 2023, la gente tiene problemas serios para pagar las facturas de la luz y las hipotecas. El Impuesto de Sociedades es el que en menor medida contribuye a la recaudación de las arcas forales. La mayor parte de la recaudación proviene de las rentas del trabajo. Es hora de hacer una revisión del Impuesto de Sociedades y de las empresas que tienen grandes beneficios, que son, desde luego, las que más tienen que aportar.

¿Nafarroa tiene herramientas para hacer esa reforma?

Por supuesto. Tenemos competencias en materia fiscal, en tributación directa. Y es necesario hacer reformas de mayor calado y con mayor valentía. Hemos trabajado mucho para conseguir determinadas revisiones de las deducciones en el Impuesto de Sociedades, pero aquí ha faltado voluntad política y ha faltado valentía por parte del Gobierno de Navarra. Este va a ser, una vez más, un reto para EH Bildu para la próximo legislatura.

Esos planteamientos son respondidos con mensajes de que se alejan las inversiones y ofreciendo más rebajas fiscales a las empresas.

Es el ayusismo fiscal. Vengo del mundo de la empresa y basar la competitividad empresarial en las políticas fiscales es un error de calado. Debe basarse en unas relaciones de empleo de calidad, en una productividad y en unos estándares de calidad que tenemos. Refleja desconocimiento del mundo empresarial.