Amaia U. LASAGABASTER
SEGUNDA

El Alavés depende de sí mismo, mientras el Eibar muere en la orilla

Los gasteiztarras derrotan al Málaga (2-1) y ascenderán si ganan el sábado en Las Palmas. El empate con el Sporting (2-2) condena al Eibar al play-off.

Moya celebra el gol de la victoria albiazul.
Moya celebra el gol de la victoria albiazul. (DEPORTIVO ALAVÉS)

Cara y cruz en la penúltima jornada de Segunda. El Deportivo Alavés se impuso con emoción al Málaga (2-1), con lo que depende de sí mismo para ascender. Si gana en Las Palmas el próximo sábado, superará a los canarios y será equipo de Primera. También hubo emoción en Ipurua, donde el Eibar neutralizó dos goles de desventaja en un final trepidante pero el empate con el Sporting (2-2) aleja definitivamente del ascenso directo a los azulgranas, que que ya solo pueden lograrlo en el play-off.

Sufrió y disfrutó la grada de Mendizorrotza en un partido con dos mitades bien diferenciadas. Más destemplada la primera, en la que el Alavés tenía el balón y el Málaga, necesitado de una carambola para mantenerse, probaba a la contra. Ninguno de los dos generó excesivo peligro aunque un remate de Abde puso en apuros a Yáñez en el último suspiro.

Cambió radicalmente el panorama en la reanudación porque, nada más regresar de vestuarios, Villalibre aprovechó un rechace tras otro remate de Abde para marcar el 1-0. Curiosamente, el gol le sentó mejor a su rival que, quizá porque ya no tenía nada que perder, empezó a apretar y acabó empatando por medio de Muñoz, que se valía de un despiste defensivo con ya solo un cuarto de hora por delante.

Por fortuna, con el gol hubo nuevo cambio de tercio y el partido se reanimó en una recta final que acabó con fiesta grande en Mendi. Se acercaba ya el noventa cuando Moya disparó desde la frontal para establecer el 2-1 definitivo, que permite a los albiazules llegar a la última jornada dependiendo de sí mismos. A un punto de Las Palmas, segundo, el Alavés regresará a Primera si gana en el Gran Canaria.

EMOCIÓN Y DISGUSTO

Bastante más largo se presenta el camino para el Eibar, al que una racha tremenda -nueve jornadas consecutivas sin ganar, en las que solo ha sumado seis puntos de 27- le ha dejado definitivamente apeado de la pelea por el ascenso directo.

El golpe definitivo se lo llevó con el empate ante el Sporting de Gijón (2-2), ante el que pudo perder pero al que también pudo remontar en un partido de final frenético, en el que Cuéllar evitó el tercer gol local sobre la línea cuando ya se había cumplido el 95.

La tarde se puso pronto cuesta arriba. En el 14, el árbitro vio un penalti que a nadie más se lo pareció y Djuka marcó el 0-1 desde los once metros. Se desquició el Eibar, que había empezado bien pero necesitó unos cuantos minutos para reponerse del golpe.

Pintaba mejor el segundo tiempo cuando ellegó el 0-2, con un golazo de Aitor desde su propio campo. Llegaron los cambios, que el Eibar agradeció, y ante un Sporting que renunció definitivamente a un balón que nunca había querido, encerrándose en torno a Cuéllar, los armeros se lanzaron a por la remontada como quien ya no tiene nada que perder. Era el caso, de hecho.

Un penalti a Tejero, este claro, permitió a Stoichkov recortar distancias con veinte minutos por delante en los que el Eibar gastó hasta la última gota de gasolina. Un cabezazo perfecto de Leschuk restableció el empate y prologó una prolongación de infarto, en la que los guipuzcoanos rozaron al menos en dos ocasiones una victoria que finalmente no pudo celebrar.