No suele ser muy habitual que un partido de fútbol sala finalice sin goles, pero Osasuna Magna y Betis hicieron bueno dicho resultado, ya que un punto para cada uno era lo que necesitaban para permanecer un año más en Primera. La escuadra irurtzundarra pudo celebrar así sus bodas de plata en la máxima categoría y la próxima campaña superará el cuarto de siglo al más alto nivel del fútbol sala estatal.

Lo cierto es que el encuentro tuvo muy poca historia, con un transcurso del mismo en el que primó la circulación de balón sobre los acercamientos y disparos hacia la portería rival. Fue el lógico acontecer de un envite en el que lo ideal era que el marcador no se moviese. Había mucho en juego para ambos clubes, descender a Segunda hubiera sido un palo muy gordo para ambas entidades.

Por eso, las ocasiones se pudieron contar casi con los dedos de una mano. En la primera parte, Asier se vio obligado a intervenir en sendos lanzamientos de Eric Pérez (m.3) y Fernando (m.10). Por el lado bético, Sarmiento hizo lo propio, con doble parada a Zurdo y Linhares (m.15), además de que el jienense dispuso de una clara oportunidad para adelantar a los suyos (m.18), tras desbordar, pero empalar fuera.

MÁS CONTEMPLATIVO

Si el primer periodo pudo parecer contemplativo, el segundo acentuó dicha tendencia. Eso sí, Piqueras tuvo que sacar bajo palos un tiro de Fabinho que encontró en primera instancia la oposición de Sarmiento (m.21). Otra buena parada del meta verdiblanco a chut de Zurdo (m.22) acabó con un arreón local tras el descanso que se fue diluyendo a medida que pasaban los minutos.

Y es que, conforme se fue acercando el pitido final, ambos equipos se dedicaron todavía más a especular con el cuero. Ya lo había dicho el técnico de Osasuna Magna, Imanol Arregi, en la previa, que los suyos se habían ganado a pulso llegar a la última jornada dependiendo de ellos mismos. Algo que hicieron valer hasta la conclusión, en la que los aficionados celebraron la angustiosa permanencia.