El primer ministro de Grecia y líder de la conservadora Nueva Democracia (ND), Kyriakos Mitsotakis, reivindicó su contundente victoria en las legislativas como «un seísmo político» y «la luz verde por parte de los ciudadanos para que ND gobierne en solitario», avanzando así su intención de no negociar una coalición, lo que probablemente llevará a una nueva convocatoria electoral en la que buscará la mayoría absoluta.

ND no solo ganó con holgura sino que dejó muy detrás y duplicó los votos de su principal rival, el opositor de izquierda Syriza, de Alexis Tsipras.

Con el 85% de los votos escrutados, ND obtuvo el 40,87% de las papeletas y 145 de los 300 escaños del Parlamento frente a la debacle de Syriza, que obtiene el 20% y 72 asientos. La victoria supera incluso los pronósticos de las encuestas más favorables. En tercer lugar se encuentran los socialdemócratas de Pasok-Kinal con un 11,7% y 42 diputados, seguidos por el Partido Comunista de Grecia (7,2%-25 escaños) y la ultraderecha de Solución Griega (4,5% y 16 asientos).

Con un 2,5%, el partido izquierdista MeRA25, del exministro de Finanzas Yanis Varufakis, quedaría fuera del Parlamento al no superar el umbral del 3% .

También el ministro de Estado, Yorgos Yerapetritis, interpretó que los resultados constituyen «una orden clara» del pueblo para que ND gobierno en solitario.

Estos comicios se celebraron con un nuevo sistema proporcional, pero los griegos probablemente tendrán que acudir nuevamente a las urnas en julio, cuando, ya con otro sistema que premia al partido más votado, el ganador obtendría hasta 50 escaños adicionales.