La baza principal del PSOE en Hego Euskal Herria, a nadie se le escapa, es la de Nafarroa, donde aspira con María Chivite a repetir gobierno, a ser posible en una posición más fuerte que en esta legislatura.

Después de una larga travesía del desierto, el PSN ha encontrado en la política cirbonera una dirigente fiable y capaz de mantener a flote una nave que muchas veces parecía que iba a pique. En estos cuatro años ha manejado el timón del Ejecutivo navarro con bastante más pericia de la que muchos auguraban, y se presenta a las urnas con la ilusión incluso de dar el sorpasso a UPN. No parece a priori una esperanza muy fundada, pero alguna encuesta les sitúa cerca y la división en el seno de la derecha navarra ha entreabierto esa puerta.

«Vamos a ganar y liderar el próximo gobierno con más fuerza y menos dependencias externas», dijo ayer en Tutera, aunque sabe que su futuro acabará pasando por sus actuales socios y por EH Bildu, que volverá a ser determinante. Precisamente, la actitud del PSN en Iruñea, donde sus votos podrían ser decisivos para descabalgar a UPN en favor de Joseba Asiron, será otros de los puntos a escrutar a partir de mañana.

EL PSE, A MANTENER PESO Y PLAZAS

Las aspiraciones del PSE son más modestas. Socio menor en la coalición con el PNV, que alcanza a todas las instituciones, se conforma con mantener el peso actual en la entente, dado que los sondeos pintan mejor para los jeltzales, y retener las plazas donde gobiernan desde 2019, a ser posible como primera fuerza.

En este escenario general, tampoco descartan que en un escenario tan apretado como el que se presume en Gasteiz, su candidata, Maider Etxebarria, gane a sus rivales por la mano y acabe liderando el Consistorio. Sería su principal triunfo y en ello se han estado volcando.

De hecho, el presidente español, Pedro Sánchez, estuvo el primer fin de semana en la capital alavesa y el acto de cierre de campaña también se celebró ayer en Gasteiz, donde la cabeza de lista incidió en que «nos jugamos mucho el domingo y por eso quiero pedir a los y las vitorianas que no se queden en casa, porque lo que tenemos claro es que el voto radical se moviliza».