Mientras el PP, con la anuencia de PNV y PSE, van a impedir, de manera democrática por supuesto, que EH Bildu pueda dirigir cualesquiera de las instituciones municipales y forales de la CAV; en la maltratada Iruñea, los de Dios y Ley vieja que aquí, al ir unidos a socialverdes e independientes varios dan en llamarse Geroa Bai, con dos concejales pretenden los votos de los ocho de EH Bildu para designar alcalde a su cabeza de lista Koldo Martínez. Para tan rocambolesca propuesta, que si bien ellos preferirían votar a Asirón para alcalde, aducen que el PSN no lo hará y entonces el Ayuntamiento será gobernado por UPN. Tan bien que se llevan en las Vascongadas ¿no podrían convencer a sus socios «socialistas» de que voten a Joseba Asirón de la formación progresista más votada? Es lo razonable, aunque en campaña, escuchamos al ocurrente Ortuzar, presidente del PNV, apelar a los posibles votantes del PP y del PSE al voto útil del PNV para vencer a EH Bildu; rogar a los descontentos, aquellos tentados por la abstención, a ir a las urnas porque «ellos» acuden todos y «si no votan al PNV abren la puerta a que vuelva Bildu, el Bildu del ordeno y mando, de las basuras en la calle, de la imposición y el lío, el miedo y el control». O sea que «Ellos» son Bildu”, los nuevos bárbaros. Por consiguiente el «Nosotros» lo constituirían los civilizados PNV, PP y PSE. Veis que fácil resulta el análisis jeltzale del simpar Ortuzar para la realización de pactos que les mantengan montados en el machito. «Acuerdo paraguas» lo han llamado.

Cuanto más avancen las fuerzas progresistas transformadoras, menos remilgos tendrán los conservadores del status quo en pactar hasta con el diablo. Mejor cómodos en España, con el riñón bien cubierto, que no en veleidades utópicas que intranquilizan al Capital; es bien sabido que el Mercado es muy asustadizo. Eso sí, una vez al año en las campas de Salburua, todos de poxpoliñas.

Alegría tovarishchi, que no decaiga. Lo decía el tito Mao: «Reina una confusión bajo los cielos, la situación es excelente».