Ojiplático
Hace ya unos cuantos años que sobre estas fechas los grandes teatros presentan las programaciones de la temporada siguiente. Lo que significa que existe una planificación, que se contrata a un año vista, que se va ordenando una parte de la producción y la exhibición, lo que redunda en una cierta seguridad para los artistas, que los núcleos de producción saben al menos una parte de sus planes económicos de unos meses y que quedan, además, abiertas todas las posibilidades para conseguir nuevas contrataciones, giras, actuaciones y todo eso que algunos venimos reclamando se ordene de una manera definitiva, que se entienda que existen muchas otras maneras de organizar todo el sistema general de creación, exhibición y distribución.
Entiendo que la inmensa mayoría, por comodidad, ignorancia o intereses, no piensan estudiar lo que podría ser tener estructuras sólidas, potentes, que pudieran afrontar propuestas escénicas más ambiciosas, con mayores presupuestos y continuidad que estabilizaran las compañías con equipos artísticos. Pongamos que hablo de orquestas y me entenderán. Y de bandas municipales y me comprenderán. No es algo que se pueda realizar en una legislatura ni en dos, pero cuanto antes se empiece a ver todo de manera global, no pensando solamente en la tienda de cada uno, sino en lo bien que iría al conjunto de las Artes Escénicas y su relación con la ciudadanía.