Al Deportivo Alavés le quedan 90, tal vez 120 minutos, para conocer su destino la próxima campaña: un destino que está en su mano y en la del Levante, que parte con la iniciativa después del empate sin goles del partido de ida en Mendizorrotza. Se descuentan las horas y casi hasta los minutos para que lleguen las 21.00 del sábado. ¡Y qué larga se hace la espera cuando nada sucede!

Lo cierto es que poco tiene que suceder ya, porque los mensajes de estos últimos días son de ánimo, de recordatorio de pasados ascensos a Primera, porque el trabajo arduo a lo largo de la temporada ya está realizado. «No tengo otro objetivo este año que ascender a Primera División con el Deportivo Alavés, declaraba a este respecto el técnico Luis García Plaza en una reciente entrevista a una plataforma televisiva a cuenta de su continuidad en la entidad albiazul.

¿Por qué hablar de continuidad cuando queda un partido, el más importante, por disputarse? Bastante largo ha sido el camino como para desentenderse ahora, con el ascenso al alcance de la mano pese a no haber podido ganar el duelo de Mendizorrotza.

En ese compás de espera, el futuro más racional queda en suspenso y solo queda la ilusión y la esperanza. «Cuando tienes un año de muy buenos resultados, lo disfrutas mucho, pero además, nuestra afición es muy pasional y por eso lo estoy viviendo más. Mi ascenso con el Mallorca no lo pudimos ni celebrar porque no había gente en el estadio a cuenta de la pandemia. Por eso este año ha sido para mí muy especial, con esta afición tan especial», agregó.